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Abril 2016

Las Elecciones en Perú: La izquierda convalida un proceso Invalido por ilegal, fraudulento e ilegitimo

Jorge Lora Cam

(Meses antes de morir, esto escribió el genio Edgar Allan Poe sobre la democracia "representativa" en su cuento "Mellonta tauta". Juan Jorge Ayala).

"Se dice, empero, que la primera circunstancia que perturbó seriamente la autocomplacencia de los filósofos que habían construido esta «República» fue el sorprendente descubrimiento de que el sufragio universal se prestaba a los planes más fraudulentos, por medio de los cuales se obtenía la cantidad deseada de votos, sin posibilidad de descubrimiento o de prevención, y que esto podía llevarlo a cabo cualquier partido político lo bastante vil como para no sentir vergüenza del fraude. La menor reflexión sobre este descubrimiento bastó para mostrar con toda claridad que la bellaquería debía predominar; en una palabra, que un gobierno republicano no podía ser otra cosa que un gobierno de bellacos".

Un análisis desde La subjetividad Práctica

Los excluidos son expulsados hacia subjetivaciones identitarias de tipo religioso y hacia formas de acción criminales y guerreras.

Cómo salir del odio: entrevista a Jacques Rancière // Amador Fernández-Savater, en Lobo Suelto

Esta idea de Ranciere para referirse a al Medio Oriente y a los migrantes a Europa es valida para Perú y América Latina. Ante el despojo, incluso territorial, la naturalización de la criminalidad y las ideas religiosas que acompañan a formas de sobrevivencia, se extiende al punto que cada vez menos reivindican una moralidad y ética positivas. Esto se inscribe en la nueva estrategia política de la derecha, diseñada para deslegitimar a la resistencia, a la izquierda e instalar gobiernos sometidos a los verdaderos dueños de los desechos de una democracia liberal también privatizada por los Bancos, el Capital Financiero en favor del capitalismo colonial y el imperio. El poder global se sustenta en la ilegalidad y la violencia. Sin embargo, las derrotas de la izquierda tienen como principal responsable no sólo a estos factores, sino a la propia izquierda, la vieja, que colaboró con aquélla durante décadas y asumió similar comportamiento.

Podría servirnos también lo que sostiene Zygmunt Bauman, observando América Latina y otros países y, a muchos políticos, administradores públicos, narcotraficantes, narcopolíticos, criminales y delincuentes, se inspira y escribe sobre la adiáfora y la ceguera moral. Señala que la ceguera no está solamente en los ojos morales de los actores en esos sectores; está contagiándose también en toda la sociedad, que contempla pasiva y permisivamente la corrupción y nada hace para impedirla. Incluso es tanta la ceguera y torpeza, que en las elecciones para las responsabilidades políticas, no son capaces de ver que vuelven a elegir a los mismos corruptos que les están robando dinero, oportunidades y esperanzas. La sociedad parece estar embotada, ha perdido la sensibilidad moral y no le da importancia a los hechos y sus autores que hacen daño grave a todos.1

Obviamente nos referimos a las elecciones generales en Perú del 10 de abril y lo que parecería inaudito en el imaginario de la vieja democracia liberal, ocurre en ese país. Ni hablar de Poe, que si eso pensaba hace 165 años sobre los Estados Unidos, hoy se volvería a morir. La candidata derechista, conservadora y corrupta, Keiko Fujimori, ganó la primera vuelta de las elecciones presidenciales peruanas, con un amplio margen sobre sus dos competidores más cercanos. Hija de Alberto Fujimori y su primera dama durante su mandato, Presidente entre 1990 y 2000, y que se encuentra preso por corrupción, crímenes de lesa humanidad y violaciones graves a los derechos humanos, por que construyó un sistema inédito de corrupción con su familia y allegados políticos, está más cerca de triunfar en la segunda vuelta, instancia en la cual, hace cinco años fue derrotada por el actual mandatario saliente, Ollanta Humala, parcialmente culpable de su triunfo, al desprestigiar el nacionalismo a la propia izquierda. Keiko Fujimori y Pedro Pablo Kucsinsky, ya venían encabezando la intención de voto, según sondeos de las 4 principales encuestadoras, que junto a los medios oligárquicos, orientaron y manipularon el voto desde antes, al formar parte del poder mediático del país andino. Ellos fueron los elegidos por la conservadora lumpenburguesía peruana y por la mafia de Fujimori, que desde hace un sexenio decidió sacarlo de la cárcel por la vía presidencial y para ello, manejaron al JNE a su antojo, no obstante la fuerte influencia de la cúpula del APRA en él. Alan García con estos vínculos y acuerdos secretos con la mafia fujimorista, al menos consiguió defenestrar a Julio Guzmán y Acuña y que él creía amenazaban su triunfo, pero cuando vio todo perdido logró negociar su registro para lo cual rebajo la ya aprobada valla del 7% a la anterior que era 5%. Este tema del “mínimo legal” fue usado también como una trampa. El 7% se mantuvo como exigencia hasta que quedó claro que García no llegaría a él. Entonces, se bajó a 5 cuando García llegó al 5.6%, y alcanzo 6 parlamentarios.

Además de la fórmula presidencial, se eligieron 130 congresistas para el periodo 2016-2021 y 5 representantes ante el Parlamento Andino (para los cuales no llegaron ni al 20% de los votos y que sin embargo, también pasaría la valla Santos). Según el Padrón Electoral, dentro del territorio nacional están habilitadas un total de 22.017.030 personas y 884.924 en el extranjero. De estos casi 23 millones, Keiko habría logrado cerca de 6 millones; mientras que Kucsinsky y Mendoza 3 cada uno. Crece Keiko Fujimori de 27% contando los 22 millones de electores, a 33% con los votos emitidos; y luego a 39% con los válidos, que no cuentan los nulos. Ella fue la principal beneficiada, también, con los votos “nulos y blancos” al ser estos considerados “válidamente emitidos”. Son 13% totalmente fraudulentos e inexistentes. Muchos de los votos de la protesta más radical fueron considerados válidos y distribuidos entre los candidatos con mayor votación: a Keiko le agregaron 13, a PPK 6, y a Mendoza 5. Y lo que es peor, el JNE y Keiko habrían violado prescripciones constitucionales de convocarse a una segunda vuelta, con la participación de Fuerza Popular, que tuvo en primera vuelta una formula presidencial incompleta, sin candidato a la segunda vicepresidencia.

La legislación electoral nunca bien cuestionada por la izquierda, también se sorprendió de que una fuerza que para el ejecutivo sólo alcanzaba un 27% de los votos, tenga la mitad más uno de los congresistas. Y ello se explica sólo por los mecanismos falaces que regularon el proceso electoral y la manipulación jurídica. En Cajamarca, el Partido de Santos obtuvo el 40% de los votos a nivel congresal. Ganó a todos expresando una respuesta a la minería ecocida. Le tocaban 4 de 6 parlamentarios de la región. Pero como no supero el 5% nacional, no tendrá ningún congresista y 4, son cedidos a Keiko.

La juventud tuvo un lugar decisivo ya que fueron una tercera parte de los posibles votantes: 6 millones 779.371 de 18 a 29 años, fueron habilitados para votar y de ellos, un 10% de 18 a 20 años, votaron por primera vez. Un sector de estos jóvenes se beneficiaron del crecimiento y tuvieron algunas oportunidades de empleo y consumismo, ellos votaron por Keiko. Otro gran sector de jóvenes siguen marchando contra ella y son decididamente críticos y antineoliberales.

La prefiguración dictatorial estará asegurada por el congreso. Un tercio del voto válido no escogió a ninguno de los más de 1300 candidatos. El fujimorismo tendrá el control de la mitad del congreso y la derecha en su conjunto, tendrá más de 100 de los 130 congresistas. En el Congreso de la República, Fuerza Popular obtendría 71 escaños. En segundo lugar, Peruanos por el Kambio contaría con 18 parlamentarios; Frente Amplio con 20; Alianza para el Progreso del Perú 11; la Alianza Popular del Partido Aprista y el Partido Popular Cristiano 5 escaños, al igual que Acción Popular. Con estos resultados electorales, cinco partidos políticos han perdido su inscripción.

Respecto a la distribución geográfica del voto, Fujimori gana en 15 de las 24 regiones, incluida la capital; Mendoza en siete regiones del sur; Kuzcynski solamente en una, Arequipa, la segunda ciudad del país; y Gregorio Santos, candidato de una cuestionada izquierda, con una campaña desde prisión donde espera juicio por cargos de corrupción, ganó –como antes dijimos- ampliamente Cajamarca. En síntesis, ganó Keiko en Lima y la costa norte con su nueva y joven clase media, junto a los pobres abandonados a su suerte: una alianza espontanea contranatura y a la vez, complementaria de suma de necesidades y expectativas consumistas y de sobrevivencia. Pero también es la expresión del racismo desidentificador, del mestizaje antiindigena, de la contracultura de los medios, de la despolitización de izquierda, del discursos hegemónico.

Pero hay un dato muy significativo:

Fuerza Popular triunfó en 1024 distritos, ubicándose primera. Luego le sigue el Frente Amplio de Mendoza, con 628.  Democracia Directa, de Gregorio Santos, con 118.  Peruanos por el Kambio, de Kuczynski, con 46. Perú Posible, 19. Alianza Popular, con cuatro. Y Acción Popular sólo venció en uno.

(Otro mapa)  que mide las victorias distritales con más de 50% de votos. En ese caso, el fujimorismo se impone en 567; el Frente Amplio en 367; Democracia Directa en 57; PPK en nueve; y Perú Posible en siete. La diferencia es abismal.2

Esto significa que la segunda fuerza real es Verónica Mendoza y potencialmente la primera. Representa a los excluidos de Los Andes, al mundo indígena y a muchos de los pobres; que el mensaje desde abajo, antineoliberal (que lo moderó al máximo, dadas las circunstancias) de: honestidad, por el bien común y de independencia del FA del Estado y de los partidos de derecha, pero también de la pseudoizquierda, que durante décadas vivió y se enriqueció con un discurso radical. Ahora le toca al Frente Amplio desatar estas potencialidades a través de ampliar la potencia social en todo el país.

Y en este plano, habrá que recuperar lo que sostiene Ranciere: separarnos de un cierto marxismo que considera como simples apariencias las simbolizaciones políticas producidas en el campo de la opinión y las instituciones, no obstante la manipulación o la inexistencia de la democracia. Y, al margen de la dominación imperialista y de las estructuraciones económicas de saqueo y de las legales e institucionales que la sostienen. Si no examinamos la subjetividad práctica, de otra manera volvemos a la búsqueda de “líneas correctas” y el desechar a todos los que no se ajustan a esquemas de izquierda, como lo hace la derecha neoliberal y sus dogmas en torno al crecimiento y al llamado terrorismo.

Es por ello que no podemos evadir el análisis político en aras de colocar en un cartabón frases lapidarias que definen el proceso, pero oscurecen responsabilidades y mantienen la situación donde antes estaba. Muy fácil es decir medias verdades: que estas elecciones son ilegales y fraguadas por la derecha, que los votos viciados y en blanco expresan la radicalidad popular, que la izquierda no estuvo representada, que el único camino son las luchas del pueblo. Otros dirán que la izquierda tuvo avances significativos en el gran sur, que nació una nueva izquierda, que todo el merito es de Verónica Mendoza y sus blanqueados seguidores, unidos por ser víctimas del neoliberalismo. Que esta candidata del Frente Amplio -representa el futuro de la izquierda- que la derrota en realidad fue un triunfo de la izquierda después de 30 años de lenta extinción y que el culpable de no haber llegado a la segunda vuelta, es el preso y cuestionado Goyo Santos, que saco 4% de los votos; que si se suman al 19% de Verónica hubiese llegado al 23% y por tanto pasaba a la segunda vuelta, donde probablemente ganaría. Otros más, señalan que hubo fraude y que el circo estuvo hace mucho diseñado.

La gran pregunta, sin desechar la verdad de algunas opiniones anotadas, es: ¿Por qué gano la primera vuelta la hija y socia de un preso común, prontuariado delincuente, asociado a mafias de narcos que habrían financiado la campaña, cuyos socios –Jaime Yoshiyama- aparecen en el escandalo Panamá Papers? Y la otra interrogante es: ¿Por qué el segundo lugar lo tiene Pedro Kucsinsky, lobbysta norteamericano, de origen judío polaco, de trasnacionales que contribuyó al saqueo del país regalando los hidrocarburos? Entre estos dos “antipatrias” suman el 60 por ciento de los votos.

Era la candidata del poder. La agenda de las trasnacionales, la banca, de la Confiep (dentro de ella, de los mineros) y la Casa Blanca parece asegurada el próximo lustro. No hay nada que separe a PPK y Fujimori. Ambos son garantía de saqueo y despojo, de TLCs y TPP, de ingreso de tropas extranjeras, oficinas del FBI, leyes represivas, entreguismo, políticas contra los trabajadores y todo lo que significa el neo liberalismo. Y además, gane quien gane, la corrupción y la impunidad se intensificaran; Alberto Fujimori y algunos socios de la mafia desde ya están indultados.

Este triunfo es atribuido por algunos, a la ignorancia del pueblo peruano (cuarto lugar, de acuerdo con un estudio de la inglesa Ipsos Mori de 33 países, junto a México, Brasil e India.3 ). Para el mundo capitalista que mide la competitividad, en el 2013 Perú se encontraba en el puesto 80, de un total de 144 países en el ranking de la competencia educativa, según el Foro Económico Mundial.

Sin embargo hay otros datos de interés que contradicen pero que no anulan aquella idea: una encuesta realizada en junio de 2015, a nivel nacional por Ipsos, sólo el 16% aprueba el Gobierno y 11% aprueba el Congreso de la República. En septiembre de 2015, el 84% desconfía del Congreso de la República, 82% del los partidos políticos y 73% del el poder ejecutivo.4 Pero además, existía un enorme y mayoritario rechazo a las política neoliberal y quiénes la representan. Esto tiene que ver quizás, con que 8 millones de peruanos estuvieron ausentes, votaron en blanco o viciando el voto? El equivalente a los que votaron por Keiko y PPK juntos. Considerando que la votación es obligatoria y sujeta a multas ¿por qué no votaron 4 millones de ciudadanos? Será porque en un país de migrantes de Los Andes a la costa y el oriente, a muchos no les resultaba el cálculo gastos-multa y prefirieron no votar? ¿Cuántos lo hicieron por razones ideológicas y por conciencia de la farsa o el desencanto de tanto engaño?

De otro lado, existen analistas que creen que Verónica Mendoza fue el factor decisivo del avance del FA, mucho más que la izquierda dividida y sin militancia; más que su partido o su programa y que sin ella, el FA no hubiera superado la valla de 5%. Sin quitarle merito a la candidata que fue de pesca en masas inconformes precarizadas, sin recursos, aislada y vilipendiada por la guerra sucia, hay dos elementos a considerar:

  1. La experiencia y la memoria de luchas –desde Ayacucho o Andahuaylas hasta Tintaya, Tia María o Conga- los pueblos del sur actuaron con conciencia y votaron contra Keiko y PPK.

  1. Existe un espacio en la izquierda histórica popular que quería votar y que estaban alejados de sus viejos partidos ya elitizados e incorporados al vulgar mercado electoral. De hecho, una encuesta publicada en marzo por el Instituto de Opinión Pública de la PUCP sugiere que este espacio crítico ha crecido desde 2011. Según la encuesta, el 40% del electorado quiere un gobierno que realice “cambios radicales” en la política económica. Y una sólida mayoría (52%) cree que “Promover una mayor intervención del Estado es la única forma en que el Perú puede desarrollarse”. Solo el 36% de los encuestados creen que el mejor camino es “promover una economía privada de mercado”. Al parecer de ese 40%, muchos no habrían votado; y a la inversa, gran parte de quiénes están satisfechos con el neoliberalismo, sí lo habrían hecho.  

Elecciones ilegales e ilegítimas. La izquierda frente a la Derecha Delincuencial y su proyecto Neoliberal?

No se puede pinchar con alfileres lo que debería destruirse a mazazos.” Karl Marx

Lo ocurrido, como no puede ser de otra manera, sintetiza la historia de larga duración, de mediano plazo desde 1980 y la del presente. En este último periodo los poderosos solo hicieron lo que les correspondía: continuar enriqueciéndose, acrecentar su poder y evitar perder sus privilegios. Por tanto la responsabilidad principal fue de la izquierda con su ideología y práctica integradas al neoliberalismo, como lo veremos a continuación.

  1. LOS DELINCUENTES: La izquierda del FA y otras agrupaciones nunca debieron aceptar participar en las elecciones argumentando su ilegitimidad y que desde el punto jurídico-legal, el proceso no tiene ninguna validez, es nulo. No debieron entrar al proceso electoral si continuaban sin sanción los delincuentes políticos que eran candidatos, considerando que la condición de los candidatos prontuariados y delincuentes, anula la legalidad del proceso.  Que no estén juzgados o sentenciados algunos de los candidatos, no significa olvidar las enormes sospechas, investigaciones en curso y cuentas pendientes con la cuestionada justicia peruana. El impedimento para postular a cargo de elección popular con antecedentes penales o condenas vigentes no era suficiente. Una encuesta realizada en septiembre de 2015 a nivel nacional por IPSOS, mostró un 50% a favor de prohibir a las personas que sean sentenciadas sean candidatas. Ello permitió que los no sentenciados, porque mantienen control o influencia en el poder judicial, sí pudiesen ser candidatos. Debió incluirse a los que tienen cuestionamientos públicos éticamente fundados de su idoneidad, moralidad e incluso patriotismo.

De haberse dado esta lucha de principios no hubiesen participado seguramente Acuña, pero tampoco Alan García, Keiko, PPK y muchos candidatos al Congreso. Para los organismos internacionales, estamos ante un país corrupto y semidemocrático, y para ellos, en Perú para conseguir sentencias judiciales favorables ocupa la casilla 130. Eso significa que es de los 10 países más corruptos del mundo en esta materia, de acuerdo con el organismo. Según el último ranking del Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés), el Perú está en el puesto 116 de 140 países en fortaleza institucional.

Empezando por Keiko Fujimori y familia, acusados de varios delitos penales: entre ellos lavado de dinero de la mafia dirigida por su padre desde el Estado y por haber recibido dinero del lavador Jaime Yoshiyama (Panamá Papers). Por haber encontrado en almacenes familiares ingentes cantidades de cocaína. Porque fue socia del padre, sentenciado y encarcelado, que construyó un sistema nacional (e internacional) de corrupción, porque aun debe devolver seis mil millones de dólares sustraídos al Estado. Luis Fernando Olivera Vega, informó haber presentado ante Pablo Sánchez, fiscal de la Nación, una grave denuncia documentada contra la candidata Keiko Fujimori de Fuerza Popular, a partir de un informe elaborado por una reconocida empresa norteamericana, la Empresa Kroll Associates INC, que monitorea las fortunas de los gobernantes corruptos. En el informe, entre otros elementos, se establece la fluida vinculación de Keiko Fujimori con Antonio Naegui, el banquero de la corrupción del Swiss Bank Corporation, con el cual hicieron todos los negociados en el gobierno de Alberto Fujimori. También en el informe se establecen relaciones con los Yakuza, la mafia japonesa, y con una serie de empresas de lavado de dinero”5 Es mas, el listado de fujimoristas presos y con sentencias por corrupción y violación a los derechos humanos va desde el propio ex presidente Alberto Fujimori hasta casi la totalidad de su cúpula militar y policial. Están presos, gran parte del gabinete que gobernó el país por 10 años.6 La Fiscalía rechazó la acusación por receptación de dinero para sus estudios de cuentas en Panamá, delito que consiste en recibir un bien, ya sea dinero o propiedades, cuyo origen ilícito es conocido por quién lo recibe.

Alan García Pérez, acusado de crímenes contra prisioneros de guerra, ex jefe del facineroso grupo paramilitar “Rodrigo Franco”, que utilizó sus dos gobiernos para enriquecerse, y quién puso en subasta al país, está libre gracias al control del poder judicial. Al finalizar su primer gobierno, el ex presidente y candidato a la presidencia Alan García Pérez fue acusado constitucionalmente por el Congreso de la República, por los delitos de enriquecimiento ilícito, defraudación tributaria, concusión, y falsedad documental. La acusación también discurría sobre la colocación de las reservas peruanas en el BCCI, la reducción de la flota de aviones Mirage, y unas presuntas comisiones cobradas a empresas españolas. El caso fue desestimado por el Ministerio Público, el Fiscal de la Nación archivó varios de los casos presentados, formalizando denuncia ante el Poder Judicial sólo por el delito de enriquecimiento ilícito, excluyendo los cargos más fuertes, relacionados con el caso BCCI y  los aviones Mirage. Después se fugo del país y apostó por la prescripción. En el segundo gobierno con la experiencia de esta impunidad, se dedico a subastar el país a las trasnacionales y entre múltiples delitos, libero a más de 5000 presos condenados por narcotráfico con indultos firmados por él.

A PPK no le interesó gas para el mercado interno y utilizando su condición de ministro de Economía y luego de Premier, trabajó para las trasnacionales, y aunque es norteamericano-peruano pudo habérsele acusado de traición a la patria. Hizo que se modifiquen algunos decretos para permitir que el gas de los lotes 56 y 88 se utilicen para satisfacer la demanda del mercado mexicano, otorgando ganancias millonarias para las empresas que por entonces representaba. Toledo permitió que un lobista como PPK haga un gran negociado. La defensa cerrada de PPK a favor de las empresas privadas y de capitales extranjeros, fue un hecho; de eso vivía y se enriquecía.

Alejandro Toledo, acusado de corrupción y de haberse enriquecido con el dinero del Estado. Vinculado al millonario Caso Ecoteva y otros asuntos delictivos. Lo más importante deberían ser los impedimentos éticos y morales de las candidaturas. Los abultados prontuarios de varios de ellos eran considerables: Keiko, Alan, PPK, Acuña y algún otro, al menos 5, se sabía eran financiados por narcos.

Denuncia el sociólogo Jaime Antezana:

"La cocaína está en la campaña, esa que está embarcando y generando dinero, recorre 17 regiones ahora en el Perú. Hay alrededor de 34 narcocandidaturas al Congreso, es posible que sean más....

Tres son los candidatos presidenciales pronarcos, es decir, que son financiados por el narcotráfico y hay uno que lo he llamado el narcocandidato presidencial, porque proviene del negocio directamente tanto del tráfico como del lavado de activos, que está generando ingresos para la campaña presidencial".7

  1. El activo rol de la impunidad y colusión con los poderes asumido por la Justicia electoral, que desde antes ha alterado completamente el mapa político. El desempeño del Jurado Nacional de Elecciones, generó incertidumbre desde el inicio de la contienda, a partir de las investigaciones sobre las fórmulas presidenciales que solicitaban inscripción para las elecciones generales del 10 de abril. La autoridad electoral, Jurado Electoral Especial Centro (Lima), descalificó las candidaturas de: Julio Guzmán (Todos por el Perú), por formalidades como no contar con quórum de militantes del partido y una convocatoria a asamblea que fue realizada sin la anticipación de ley. También, de César Acuña (Alianza por el Progreso) por la entrega de dádivas, actividad proselitista prohibida expresamente en el artículo 42 de la Ley de Organizaciones Políticas. Ambos eran fuertes candidatos en intención de voto.

Sancionaron con la exclusión a candidatos que tuvieron faltas no consideradas tales, por la ley que regía cuando los hechos ocurrieron. El argumento fue que “en la nueva norma”, esas faltas, sí estaban contempladas. A la inversa, cuando se debió establecer el “tope” electoral para alcanzar curules o conservar la inscripción del Partido Alianza, se resolvió modificar la norma que lo precisaba en un 7%; arguyendo que la anterior -la vigente cuando se convocaron los comicios- establecía un 5%.

EL JNE Los cinco directores del Jurado Nacional de Elecciones son elegidos por instituciones legítimas, la Corte Suprema es quien escoge al Presidente. Los otros cuatro delegados son elegidos por: el Colegio de Abogados de Lima, la Junta de Fiscales Supremos, los decanos de Leyes de las Universidades Públicas y los de las Universidades privadas. La consecuencia fue que al menos dos de los cinco miembros del JNE que votaron contra Guzmán, tenían vinculaciones al partido aprista, de Alan García. Los abogados de Guzmán, en su defensa, intentaron demostrar que al menos las candidaturas de Alan García y de Kuczynski, habían cometido, en mayor grado, el mismo tipo de faltas, aunque no fueron sancionados. También presentaron pruebas audiovisuales que mostraba a Keiko, entregando dinero en un concurso de baile, el mismo delito que había separado a Acuña de su candidatura. Las denuncias contra Keiko fueron presentadas cinco veces, tras una marcha masiva que exigía la exclusión de la candidata presidencial favorita. El tiempo fue el factor clave en la maniobra. El fraude electoral que urdieron era progresivamente aceptado. Incluso, el Secretario General de la OEA y la revista The Economist hablaran de semidemocracia y desconfianza sobre el proceso, planteando lo turbio que estaba todo. El Frente Amplio calló al parecer porque esperaba beneficios y mas bien, lograron que la caída de Keiko y PPK se frenara y se recuperaran. El fraude se completó, una día antes de la votación: el organismo electoral deja la valla en 5% de la manera más descarada, para salvar la alianza entre el PPC y el Apra. Y la cereza del pastel fue no reemplazar al candidato a la segunda vicepresidencia, en un acto plenamente anticonstitucional.

  1. La ley electoral no fue suficientemente estudiada y criticada por la izquierda. Una ley que data de la dictadura y que estuvo hecha para procesos rápidos que sacaran de la competencia a nuevas agrupaciones. Mientras Keiko con la fortuna de su padre, tuvo una campaña de seis años, Verónica la hizo en escasos cuatro meses. Más aún, en los últimos años la crisis de legitimidad de las agrupaciones políticas ha dado lugar al surgimiento de liderazgos personales con organizaciones de fines únicamente electorales; se mercantilizó la política y con ello las elecciones. Se dio una privatización electoral a través de los medios y las encuestadoras, usualmente sin respaldo institucional, que en la práctica reemplazaron a los partidos políticos en las tareas de la orientación y conducción de la vida política y social peruana, caracterizada por:

    1. Crisis de incorporación ciudadana en el sistema político y de sus representantes que mas bien quedan sujetos a exclusión y represión, sumado al cierre del ejercicio continuo de los valores cívicos de participación electoral.


    1. Crisis de legitimidad del sistema representativo, debido a la concentración de poder, a la ausencia de eficacia y transparencia en la acción política de las organizaciones políticas y de sus líderes.

    1. Crisis por la centralidad otorgada a las empresas encuestadoras, que en la última década han ido apareciendo convertidas en “marketeadoras”, a través de los medios de comunicación social, y como las entidades técnicamente autorizadas para medir la voluntad electoral ciudadana, sin considerar que muchas veces administran, incluso, dicha voluntad, en una población con un bajo nivel cultural y de identidad electoral.

    1. Los miembros de los jurados electorales no son independientes: además los candidatos, los personeros legales de las organizaciones políticas y sobre todo, los miembros de las mesas de sufragio, no están formados en el derecho electoral ni capacitados en las técnicas electorales. Cabe recordar que los comicios están regidos por una legislación electoral aprobada de último momento, por la mayoría fujimorista en el Congreso, lo cual ha provocado que los resultados se encuentren impugnados de antemano, por sectores contrarios a la citada corriente.


  1. Todas las ventajas para Keiko y PPK. No es tan complicado como parece, comprender cómo Keiko y sus huestes de sólo 5000 militantes, obtiene 5 millones de votos de un total de 22 y puede, al mismo tiempo, obtener 68 ó 70 ubicaciones parlamentarias de 130. Debiera haberle correspondido el 25 o el 26% del Congreso. Y no, el 51% ¿De dónde sale la diferencia entre el porcentaje alcanzado, y el obtenido? Es decir, 3 de 4 peruanos inscritos en el padrón, no votaron por sus parlamentarios. ¿Cómo se explica entonces que tenga 55% de la representación nacional?

En primer lugar, el padre de Keiko, el bandido y sus secuaces como Montesinos y abogados a sueldo, fraguaron esta legislación que favorecía a los candidatos que ya eran conocidos y eliminaba, con la cifra repartidora, a la competencia. Redujo el Congreso a 120 miembros, centralizó y controló el poder electoral y los medios, apoyó la obligatoriedad del voto y sancionó a quiénes no votaron, invalidando sus votos además de la multa. Los votos en blanco y viciados también fueron invalidados. Con esta argucia, aumentaba el porcentaje de congresistas del ganador, tal como ha ocurrido en esta elección.

En segundo lugar, la desigualdad en recursos electorales fue la otra herramienta clave. Así que durante cinco años, contando con ingentes recursos económicos, Keiko Fujimori recorrió el país las veces que quiso y su hermano hizo campaña en los enormes bolsones de pobreza de la capital. Con sus equipos de funcionarios construyeron imagen, levantando su estructura partidista y reclutando adeptos en Lima y la costa norte, sin oposición. La Izquierda, ni la combatió ni la denunció como la expresión de la Mafia más corrupta y asesina que envileciera la vida nacional. Concentró sus fuegos contra el Presidente Humala, achacándole a él todos los males. Mientras la campaña del Frente Am­plio costó 52 mil soles, la del partido de Keiko, Fuerza Popular, 120 veces más que el FA (6.3 millones), y Perua­nos Por el Kambio de PPK, 64 veces más (3.4 millones). Estos datos pro­vienen de la fiscalización de la ONPE, que tampoco investigó de dónde salían estos recursos. Ahora se sabe que ambos líderes tienen vinculaciones con los paraísos fiscales destapados en los Papeles de Panamá, las "compañías brujas" complementan el cuadro del enclave financiero.

Con una inversión insignificante, actúan tomando a Panamá como un centro estratégico de una operación triangular a través de la cual, compañías multinacionales realizan todo tipo de operaciones financieras, fiscales y comerciales (ocultamiento de robos, evasión de impuesto, súper y subfacturación, etc.). Ahora le llaman "offshore" al negocio. El bufete de Mossak-Fonseca dicen que es el segundo en el país, administrando miles de compañías. Ésta es una actividad imperialista en Panamá. Son parte de las tareas asignadas al país y que la lumpenburguesía acepta recoger las migajas, por medio de los bufetes o de los ingresos del "papeleo" para legalizar las empresas; por ello en Panamá hay tantas sociedades anónimas, incluyendo el abanderamiento de naves y el trafico de drogas. Son negocios legales que todos saben a dónde terminan. Los papeles no son de Panamá: Son de las empresas imperialistas y de sus lacayos nacionales.8 En un país donde el Grupo El Comercio del Grupo de Empresa Periodística Nacional SA (Epensa) concentra el 78% del mercado de periódicos. El amarillismo y la pretensión de manipulación del periódico no son nada nuevo bajo el sol. Durante la campaña electoral presidencial de 2011 y 2006, motivaron al Nobel, hasta entonces columnista del El Comercio, Mario Vargas Llosa, a renunciar  señalando que “el periódico se ha convertido en una máquina propagandística de la candidatura de Keiko”. Al igual que a Humala, la prensa no tardó en tildarla de “chavista”, aludiendo a declaraciones en las que manifestó que el político opositor venezolano, Leopoldo López, era un golpista.

  1. El cambio de discurso del Fujimorismo. Una clave es lo que el politólogo de origen japonés, Martín Tanaka, define como buen paisano, de “Populismo de derecha eficaz”. Frase que intenta dar cuenta de un sorprendente y fantasioso hombre fuerte y generoso que entregaba regalos en poblados pobres, mientras acribillaba otros, a los terroristas. Sobre esta base y en este contexto, Keiko Fujimori afirma que ella bien sabe qué capítulos de la historia de su padre no se deben repetir. Parece tener una lectura muy clara de que hay que recoger propuestas de sus adversarios en su proyecto, tales como la cuestión de la inseguridad, combatiendo a los nuevos terroristas antimineros y senderistas. Apuesta por la “reconciliación”, pero identifica a la inseguridad como su principal problema. Hernán Chaparro, analista de la consultora GFK, señala que un contexto de corrupción generalizada y sensación de anomia, lleva a que el 77% considere que es necesario tener mano dura para gobernar. También proyecta cínicamente erradicar la corrupción y gobernar para los pobres, pero que en la práctica, servirán legitimar el proceso. Asimismo, Keiko Fujimori ha declarado que sólo apoya el aborto en caso de que la madre esté en peligro. Keiko también ha propuesto diversificar la producción como salida para la crisis que se viene, acepta renegociar los contratos del gas, que el Gobierno sólo debe arbitrar las relaciones entre mineras y pobladores, y aparece como defensora del agua.

Mendoza no tenía que moderarse tanto. Se refrenó al extremo de ser tan ecologista, estatista, y defensora de los derechos de las minorías como Keiko a la que le bastó apoyarse en el ultraortodoxo neoliberal Consenso de Lima (que es el de Washington y que impera desde 1990) con retoques cepalinos para parecerse al Frente Amplio.   En este sentido la continuidad de las redes clientelares tejidas por Alberto Fujimori y la presencia de personajes cercanos a él en la plataforma política de su hija, desmienten los reiterados intentos de ésta por presentarse como ajena a las peores lacras del fujimorismo y como abanderada de un discurso renovador. La campaña desde la cárcel de Montesinos y los militares presos.

Debe reconocerse, sin embargo, que las preocupantes perspectivas de triunfo del fujimorismo regresivo no se explican sólo por el reparto de dinero a manos llenas que ha sido marca del ejercicio del poder en padre e hija, sino también por una descomposición de la vida política peruana que viene desde antes de la presidencia de Fujimori padre y se caracteriza por la pérdida de claridad ideológica y la liquidación de los partidos históricos. El hecho es que el país todavía se debate entre las mismas corrientes políticas de hace casi medio siglo, cuyo agotamiento mantiene empantanada la vida institucional. Como prueba de lo dicho, basta con observar la recurrencia de fórmulas que en el pasado reciente demostraron su inviabilidad, como el propio fujimorismo o los gobiernos de Alan García (1985-1990 y 2006-2011).

  1. La izquierda apoyó a todos los últimos gobiernos neoliberales desde Fujimori, Toledo, García y Humala. Y se convirtió en igual de neoliberales, corruptos e ineficaces. Cogobernó con ellos, se corrompió y compartió ideología. Porque los proyectos neoliberales de las derechas y su correlato en la idea de crecimiento igual a bienestar, coincidieron con el crecimiento de las clases medias en Lima y la costa norte. La izquierda nunca combatió y mas bien se mimetizo con las ideas neoliberales, convirtiéndose en el soporte social del proyecto a través de las ONG. Aceptar el mito de la democracia existente sólo porque hay elecciones y no combatir firmemente a la gran minería ecocida, porque afectaría al crecimiento. ONG ambientalistas de izquierda, terminaron al servicio de los grandes mineros. Es la historia de los últimos 35 años que siguió siendo la de las clases dominantes, donde aquella resistencia armada tan deslegitimada, se mantuvo en la memoria histórica como un suceso negativo, el terrorismo, gracias a los medios y los intelectuales de izquierda y derecha. Las estructuras de poder se mantuvieron intactas a pesar de algunos cambios. Se mantuvo la Constitución neoliberal del 93, el poder de las grandes empresas trasnacionales y nativas. Y lo que fue realmente grave, fue cuando estuvo en los gobiernos regionales o municipales, que fue tan corrupta como cualquier gobierno de derecha. No existen registros de ejemplares actuaciones positivas en estas experiencias. No existen referentes de coherencia y ética.

El FA fue víctima de la guerra sucia, pero ello concordaba con sus timoratas propuestas de cambio: Con una política electoralista se colocó en el centro, se alejo de la gente con discurso duro de la izquierda, marginó a Santos (por las acusaciones que pesan sobre él). Marcaron distancia con el Cerrón y propusieron un proyecto ambiguo y crítico de algunos rasgos del neoliberalismo. No plantearon su rotundo rechazo al capitalismo, con al menos reformas al mismo, la recuperación de empresas privatizadas y restitución de los derechos de los trabajadores, entre las mínimas medidas. Nunca se hablo de anticapitalismo o emancipación. Fueron dubitativos en una critica desde la izquierda, a los llamados gobiernos progresistas.

No fueron claras sus elecciones internas y por impedir vincularse al oportunismo, quizás exageraron en sus relaciones con posibles candidatos. Trataron de grupúsculos sin peso electoral a los que disentían del FA. Pro fujimoristas a los que optaron por el voto viciado. Y lo mas importante, la ausencia de la izquierda en el campo popular, que contando con un activo de más de 90% que deseaban cambiar el modelo económico, 85% que sentía que no funciona este tipo de régimen: con instituciones con aprobación en un dígito, con antifujimorismo en ascenso expresado en enormes marchas de miles en plaza San Martín, no se haya reflejado en votos.

Y es que faltaba el sustento de una presencia y trabajo sostenido en los distritos y barrios más pobres, en los pueblos que no conocían al FA. Los viajes de Verónica fueron insuficientes para contrarrestar la política populista del FP y sus agrupaciones precedentes, con ello no le disputaban a la derecha su preeminencia en amplios territorios capitalinos y de la costa norte, que aprovechaban de la ignorancia insuflada por los medios, la confusión y la necesidad; como antes, utilizando los recursos mal habidos de la privatización por el FP para impulsar la posibilidad de copar el congreso, ser gobierno y desplegar su poder.

Hay muchas situaciones que alarman y que en el actual contexto político, social y económico marcado por el rechazo a las depredadoras y contaminantes empresas mineras y el decrecimiento económico, podría fragmentar al electorado, antagonizar las contradicciones y derivar en decisiones que darían oportunidad para que partidos sin presencia en el oficial ámbito político, puedan liderar por fuera del sistema nuevamente, el recurso a la violencia política. Y no es para menos, tal como ocurrió antes de los ochenta, hoy se ha multiplicado: la fuerza del narcotráfico y la narcopolítica, la corrupción generalizada dentro y fuera del Estado; la ausencia de una izquierda mediatizadora y la corrupción de la sin partido, y el continuo embrutecimiento del pueblo.

Los progresistas, para tratar de humanizar el capitalismo mediante alguna clase de neopoulismo o bien, mitigar los desastres ambientales a través de un uso de los recursos más racionales, con la tecnología, la racionalidad y la planificación de algún tipo. Hay una teoría autodenominada radical, que no es la clásica teoría anticapitalista. El triunfo de Santos en Cajamarca, puede tener correspondencia con la conciliación con las mineras propuesta por FA. A la dictadura de la década de Fujimori, no se le quiso llamar así, sino autoritarismo y, se le reconoce como merito haber terminado con el PCP en defensa de la democracia.

Esto tiene que ver con dos cosas: Primero, con cambios en las universidades a lo largo de los últimos, más o menos, 30 años; ahora son instituciones de masas, abiertas a grupos que históricamente eran mantenidos afuera: minorías raciales, mujeres, inmigrantes. Todas estas personas experimentan varias clases de opresión, pero no necesariamente explotación de clase. Tienen expectativas en la llamada economía del conocimiento y, no es una base que esté muy interesada en las cuestiones de la lucha de clases, en el tipo de cosas de las que solíamos hablar los marxistas. En su ambigüedad, oscilan entre el neoliberalismo y el antineoliberalismo. Nuestros, disque intelectuales, que a lo sumo se apoyan en esta teoría poscolonial y en el neopoulismo neoliberal o, en la antirracista colonialidad del poder, y que dejan de lado el capitalismo colonial, también son responsables de esta derrota.

Esto se vincula al segundo factor, la ambigüedad teórica y la ausencia de teóricos radicales. Los conceptos básicos han sido distorsionados y malentendidos.

Por ejemplo, el Estado puede ser visto como una relación social donde se asegura la autonomización del poder político de la comunidad y su monopolio por parte de una minoría dominante, asociada a una casta o una clase social. O también, se hace referencia al aparato burocrático-armado con el cual se ejerce físicamente esta dominación sobre un territorio. Otros sostienen que es una relación producto de la correlación de fuerzas y podemos mejorar esa ecuación con las elecciones y, así ocurre con muchos conceptos. Esta ambigüedad del concepto Estado se relaciona con la ambigüedad del concepto imperialismo.

Y luego, la dominancia de los estudios culturales y poscoloniales que abandonan la historia y la lucha de clases. O el concepto de neoliberalismo que se caracteriza por la colonización, que el mercado hace del Estado y la política, al punto de perder su autonomía y aplicar políticas funcionales a los intereses de las empresas privadas. De este modo, ellas pasan a definir los contenidos, las agendas, los temas y los procedimientos de los gobiernos.

No obstante, también queda claro que la lucha se dará desde abajo y desde arriba, no sólo contra el Gobierno sino contra los niveles condicionantes y ordenadores del mapa del saqueo, despojo y corrupción que se encuentran en las distorsiones que produce el sistema financiero internacional, el control y dominio de los oligopolios y los monopolios de las empresas trasnacionales. Éste es el centro de distorsión de la economía política del chantaje y del colonialismo.9

Hay que inventar la alternativa desde abajo y, con ellos. Los caminos conocidos no sirven. Si no existen prácticas nuevas que perfilen un mundo distinto, no habrá un nuevo mundo. El reto más significativo será: poner en valor la experiencia de aquellos movimientos sociales que fueron capaces de enfrentar problemas ecológicos, económicos, de derechos humanos, etc., de potenciarlos y unificarlos, respetando su diversidad. En esas experiencias hay una posibilidad de dibujar un proyecto de un mundo distinto.

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1 Zygmunt Bauman Leonidas Donskis, Ceguera moral La pérdida de sensibilidad en la modernidad líquida PAIDÓS, Barcelona, 2015.

2 https://redaccion.lamula.pe/2016/04/14/estas-cifras-explican-por-que-keiko-no-ha-arrasado-y-por-que-es-dificil-que-ppk-gane/victorliza/

3 La republica, 4-12-2015

4 IPSOS. Consultado el 15 de junio de 2015.  «Tremenda desconfianza: opinión ciudadana sobre instituciones». El Comercio. Consultado el 20 de septiembre de 2015.

5 Existen expedientes de miles de archivos que lo acusan, destacando el Informe congresal de Javier DiezCanseco. http://www.ahora.com.pe/2016/03/24/keiko-fujimori-tiene-relaciones-con-los-yakuza-japonesa/

6 CARETAS.COM.PE|DE WWW.CARETAS.COM.PE

7 ¿En el Perú existen "narcocandidatos"? Responde Jaime Antezana, http://www.capital.com.pe/actualidad/en-el-peru-existen-narcocandidatos-responde-jaime-antezana-noticia-845712

8 Virgilio Aràuz, Nodo50 |FuenteTerc3ra información Martes 19 de abril de 2016. 

9 Raúl Prada Alcoreza, Corrupción Generalizada, http://www.bolpress.com/art.php?Cod=2016021104









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