(Home page)
Mayo 2016

La importancia de la clase media emergente


Pedro Hinojosa P.*
PUKARA


La clase media es un elemento importante de toda sociedad y en nuestro caso la emergente es particularmente valiosa, pero cuando toma conciencia de ello adquiere frecuentemente «aires de grandeza». Fuente ilustración: http://elarcondelasnoticias.blogspot.com/2016/02/clase-media-mirandose-al-espejo.html
Podemos entender la importancia de esta clase cuando ingresamos en la época de vacas flacas. Debemos estimularla reduciendo los trámites burocráticos, si es posible sin costo alguno, y realizar una reducción de la tasa impositiva como mecanismo de defensa ante la invasión de productos de países vecinos.
1.- Introducción

El concepto de clase media, hace referencia a aquellos individuos que muestran un nivel socioeconómico medio. Se trata de un sector social ubicado entre la clase baja y la clase alta. Los sociólogos y los politólogos suelen definir la clase media en términos del nivel educativo, del empleo o de la propiedad de bienes que posee. Los economistas, en cambio, tienden a centrarse en el nivel de ingresos y definen a personas de clase media como aquellas que generan un ingreso de entre 10 y 50 dólares por día y per cápita.

El nacimiento de esta clase se sitúa en el siglo XVIII, cuando las diferencias sociales comienzan a ser un poco más evidente por razones como ser la autoridad, la abundancia, el trabajo y el dinero. La clase media puede proporcionar un impulso al crecimiento de distintas maneras a la simple demanda de consumo. Por ejemplo, la clase media típicamente valora y exige una educación de alta calidad para sus hijos. El mecanismo de causalidad es menos importante que la sugerencia de que la distribución juega un rol importante para mantener el crecimiento.

Por su parte, la OCDE define a la clase media como aquellos hogares donde los gastos por persona oscilan entre los 10 y 100 dólares diarios. Se espera que para 2030 este grupo poblacional esté conformado por al menos 4.900 millones de personas en todo el mundo. De todas maneras, sin importar la validez de las definiciones, el ingreso percibido o la cantidad; es un grupo social importante que en los últimos tiempos decide los roles de la economía y la política.

En América Latina durante las últimas dos décadas del Siglo XX el crecimiento de la clase media tuvo un comportamiento, que, desde 2001 a la fecha se ha duplicado. Tanto así que hoy en día uno de cada tres habitantes de la región es considerado de clase media; es decir, hay unos 200 millones de personas con esta condición en el continente. Se denomina clase media emergente porque en la última década, producto del boom de la economía, muchas personas salieron de la pobreza para insertarse como clase media, sin importar si son de derecha o de izquierda.

Entre los beneficios que se le atribuyen al crecimiento de la clase media se destaca que promueve la cultura del ahorro y sobre todo el trabajo; además, hace a una sociedad menos proclive a ser moderada ideológicamente, sirve para cohesionar las sociedad reduciendo las diferencias entre clases altas y bajas; y ayuda a introducir reformas que favorecen el capital humano y la gobernanza.

La CEPAL indica que las nuevas clases sociales emergentes y los sectores vulnerables que recientemente dejaron atrás la pobreza han incrementado las exigencias al Estado, del que reclaman la provisión adecuada de servicios públicos y colectivos de calidad, tales como seguridad, transporte, salud y educación. Se caracterizan también por ser usuarios recurrentes de las irreverentes redes sociales. En consecuencia, se manifiesta que es necesario rediseñar los equilibrios entre el Estado, el mercado y la sociedad para construir pactos en que concurran aquellos sectores que garanticen acuerdos políticos de largo alcance.

Es, pues, en opinión de analistas de la CEPAL, necesario armonizar la sostenibilidad económica, social y ambiental en una mirada estratégica de desarrollo, que tiene la igualdad como horizonte, el cambio estructural como camino y la política como instrumento. Para ello habrá que privilegiar un mayor dinamismo de la inversión que asegura una relación virtuosa entre crecimiento, productividad y sostenibilidad ambiental por la vía de la incorporación del conocimiento a la producción y la generación de un alto valor agregado; dar un mayor potencial inclusivo al mundo del trabajo y hacer converger la política fiscal y las políticas sociales en la reducción de múltiples brechas sociales que brindan una mirada multidimensional de las desigualdades. En este comentario está la clave para el crecimiento económico y ojalá la pudieran entender los políticos.

En Bolivia, más o menos el 50%de la población experimentó movilidad ascendente, pero en el país la mayor parte de la movilidad fue de la pobreza a la clase vulnerable, mientras que en otros países fue de la clase vulnerable a la clase media. Es decir, que nuestra clase media todavía está rondando los límites permitidos y cualquier traspié hace que nuevamente pueda vivir desgraciadamente en la pobreza. En los últimos tiempos existieron cambios poblacionales de la siguiente manera:
1950: 73% de población total vivía en el área rural y el 27% de la población era urbana; en cambio, desde,
2001: 38% de población total vive ahora en el área rural; y el 62% constituye población urbana.
Se manifiesta que la salida de la pobreza de una buena parte de la población boliviana se debe al crecimiento económico y a las políticas de transferencias condicionadas de dinero a los pobres. “Las familias que (antes) eran pobres y tenían necesidad de recursos para comprar cosas básicas, bienes y servicios, ahora sienten que tienen más poder adquisitivo. No es que estén tremendamente bien, pero ya no están tan pobres como antes y en muchos casos salieron de la pobreza”, se remarcó. Reforzando la idea respecto a la importancia de la clase media, un periódico señala: Dos analistas coinciden en que el crecimiento y creación de negocios que presten servicios de limpieza, cuidado personal, entretenimiento, alimentación y otros se profundizará por el aumento del consumo, el ascenso de los ingresos y la cultura.

“Van a ir surgiendo más de este tipo de negocios porque culturalmente las personas han ido asumiendo gustos y costumbres que son más urbanos, donde se cuida la imagen personal y existen facilidades”, afirmó el expresidente del Colegio de Economistas de Bolivia, Waldo López.

El analista financiero Armando Álvarez ratificó que continuarán la expansión y el nacimiento de nuevos emprendimientos y que la medida depende de la demanda de la población boliviana y de la generación de ingresos para pagar esos servicios.

Álvarez explicó que la mejora de los ingresos de los bolivianos ha generado que puedan acceder a nuevos bienes y servicios. “El proceso de urbanización en el país ha ido generando nuevas necesidades y por ello han emergido servicios”, dijo López.

El reporte del Banco Mundial da cuenta que en los últimos diez años (2000 y 2010) la clase media se incrementó en al menos 40%. Además, agrega que América Latina ha emprendido el camino para convertirse en “una región de clase media”, aunque se reconoce que aún queda mucho por hacer.

2.- Importancia de la clase media

Con toda razón y preocupación Enrique García, presidente ejecutivo del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) manifestó que: América Latina debe volver a crecer al 5 % en promedio de la década pasada si no quiere abocar parte de la nueva clase media a la pobreza, “Si no se vuelve al patrón de 4-5 %, muchos de los que están en la clase media volverán a la pobreza, y esto tiene connotaciones políticas y sociales muy importantes”

La clase media es la que lleva adelante un país. Es aquella que ha recibido educación, aquella que trabaja para vivir. La clase media es la clase que hace que un país tenga actividad económica. Si no, ¿de dónde proviene la demanda interna? La mayor parte de la demanda viene de los gastos de los consumidores de la clase media. ¿Y de dónde proviene el dinero que gastan los consumidores de la clase media? De los ingresos obtenidos en el trabajo que desempeñan.

El espíritu empresarial y la invención también tienen sus raíces en la clase media (se denomina también ñeke). Una vida sin privaciones permite que la clase media tenga el tiempo y la flexibilidad para educarse; para pensar, meditar, y explorar, para innovar e inventar. Aquellos en la clase media pueden permitirse un cierto grado de riesgo: dejar el trabajo seguro para fundar una nueva empresa después de acumular los activos de inicio.

Las fortunas en la lista de los estadounidenses más ricos de Forbes 400 comienzan con los riesgos de la clase media, la invención de la clase media, o una inversión de la clase media. Bill Gates, Thomas Edison, y los hermanos Wright vinieron de familias de la clase media de acuerdo a una revista de prestigio.

La clase media provoca efectos multiplicadores como ser: provoca la creación de nuevos mercados, mejora las oportunidades para los emprendedores, y promueve, asimismo, una mayor movilidad social a través de la acumulación de capital humano. Estos factores fundamentalmente hacen que sea un sector importante.

La clase media emergente privilegia el mercado interno, es decir, existe un cordón umbilical entre ambos. Si se comprende la importancia de la clase media se comprenderá fácilmente el mercado. El mercado interno constituye como el principal motor del crecimiento nacional. Es importante, entonces, conocer algunas definiciones básicas y algunos principios esenciales entorno de esta evidencia económica.

En la economía, se conoce como mercado interno a un mercado que opera dentro de límites acotados, y que a su vez está rodeada por un mercado más grande. El caso más habitual lo constituye un mercado nacional puesto en contraste con el comercio internacional.

El nivel de importancia que se le asigna a satisfacer las necesidades del mercado interno suele ser un factor determinante en la definición de las diversas doctrinas económicas.

Así, por ejemplo, el proteccionismo se basa en un privilegio excesivo o incluso monopólico del mercado interno para ubicar sus productos en la región, mientras que el librecambismo propone que los bienes producidos por un mercado interno compitan en igualdad de condiciones con aquellos producidos fuera de él.

En términos más sencillos, el mercado interno constituye lo que se vende y compra a nivel nacional por sus habitantes.

Para Bolivia y otros países, su verdadero mercado natural es actualmente el mercado interno y la principal causa de crecimiento ha sido y seguirá siendo la demanda interna de los productores y consumidores. En otras palabras, el mercado interno se constituye como el principal motor del crecimiento nacional y su soporte la clase media.

Para fortalecer el mercado interno, se requieren recursos económicos: circulante en manos de la población; cuantiosa inversión privada y recursos fiscales o estatales cada vez más crecientes. El dinero en manos de la población no debe ser consecuencia de un mero acto de generosidad, sino retribución al trabajo productivo, realizada con justicia. Sin dinero, a los compradores, de poco les sirven los bienes y servicios que se ofertan.

La vigorización y adelanto del mercado interno eleva el bienestar de la población. En efecto, los hechos han demostrado que toda economía altamente desarrollada cuenta con un fortalecido mercado interno y su población disfruta de mejor calidad de vida. Así, mercado interno fuerte y mejor calidad de vida son dos caras de la misma moneda.

Hace décadas y años atrás era común ser negativo respecto a América Latina, una región plagada de crisis financieras, golpes de Estado y desigualdades abismales. Incluso se llegó a hablar de fracaso manía, una tendencia común en la región, según Albert Hirschman.

De acuerdo al IBCE: Para Bolivia, la importancia del mercado interno y los consumidores domésticos para el crecimiento se basa en una simple constatación aritmética: la demanda interna representa el 77 por ciento del PIB, mientras que las exportaciones el 23 por ciento, y de éstas, los mayores índices corresponden al sector hidrocarburos, con poco impacto en empleo y consumo.

La importancia del mercado interno radica en convertir a la mayoría de la población en consumidores estratégicos, para lo cual, debe aumentarse la capacidad adquisitiva de los bolivianos. La categoría del mercado interno implica la organización de toda la actividad productiva en el país, bajo un proceso productivo integrado que satisfaga la necesidad de los diferentes sectores nacionales.

De acuerdo a una publicación del diario de Santa Cruz, El Deber, La bonanza económica y el aumento de la población económicamente activa (jóvenes entre 18 y 24 años) han transformado los hábitos de consumo de los ciudadanos bolivianos.

Entre los nuevos patrones que ahora surgen emerge con fuerza un perfil al que los empresarios, sicólogos y publicistas han colgado la etiqueta de ‘más exigente’.

Pablo Sánchez, director de Insights e Innovación en Captura Consulting, asegura que en encuestas realizadas para clientes privados se evidencia que el peso de las marcas y la calidad percibida en los productos tendió a aumentar disminuyendo la influencia del precio en los procesos de compra.

Cuando se estudia a la población de Bolivia, según el máster en Comportamiento del Consumidor por la Universidad Adolfo Ibáñez, resulta evidente que hay múltiples perfiles de consumidores que conforman el mosaico multicultural del país.

El mercado interno se basa en dicha demanda, para lo que requiere además, de trabajadores justa y adecuadamente remunerados, pues ellos constituyen el núcleo de la demanda interna. En términos resumidos podemos manifestar que el motorcito de la economía nacional, es su población. Esa población que de una parte a esta se volvió en factor determinante. Hoy, con un mayor poder adquisitivo, la clase media emergente, exige más a la hora de comprar, pero opta por los canales tradicionales. El 71% de la población prefiere los mercados populares, de acuerdo con el estudio encargado por Kimberly-Clark Bolivia. (La medición es comparativa en los meses de julio, agosto y septiembre de 2012, 2013 y 2014).

Por lo que, a esa clase media que puede levantar o hundir la economía se la debe mimar. Es un segmento de la población que debe ser adulada con fervor al momento de realizar el consumo. Porque con ese acto está efectuando efectos multiplicadores en la economía. Es decir, se los debe tratar bien. Esto se traduce en la idea que deben tener ingresos aceptables que le permitan gastar o consumir. Por otro lado, el productor nacional está obligado a producir cada día con más calidad y cantidad. Esa clase media que ahora está en condiciones de colocar o sacar gobiernos no solo en el país sino en toda Latinoamérica, merece una consideración especial.

Entonces, ahora podemos estar en condiciones de entender la importancia de esta clase sobre todo que ahora estamos ingresando en la época de vacas flacas. Esto quiere decir que debemos estimularlo como ser reduciendo los trámites burocráticos, si es posible sin costo alguno; asimismo se debe realizar una reducción de la tasa impositiva como mecanismos de defensa ante la invasión de productos de los países vecinos que nos están inundando los mercados con precios bajos. No debemos matar la gallina de los huevos de oro. Esta clase merece por méritos propios una atención especial.

* Pedro Hinojosa es economista.

Datos capturados fundamentalmente de:

* La Razón ,24 de octubre de 2013.
* www.caf.com/es/.../2015/.../la-clase-media-emergente-en-america-latina
*La crisis enmascarada. Pedro Hinojosa Pérez.

PUKARA Cultura sociedad y política de los pueblos originarios. Periódico Mensual Mayo 2016 Qollasuyu Bolivia Año 10 Número 117. pp. 6-7.
http://www.periodicopukara.com/archivos/pukara-117.pdf







(Volver a página inicial)