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Noviembre 2018

Bolsonaro, AMLO y otras tendencias en Nuestramérica Análisis de Coyuntura Política desde Territorio Mapuche

noviembre 9, 2018

Centro de Estudios de los Pueblos Nuestro Americanos

“Queremos hacer un llamado a nivel nacional para que todos los compañeros se
organicen y empiecen a defender la vida, como lo hacemos nosotros acá en este
territorio”
Alejandro Castro
Dirigente Sindicato de pescadores artesanales de Quintero (1)

Una mirada al escenario internacional
1. Hoy la disputa mundial interburguesa se manifiesta entre proyectos neoimperialistas, fundamentalmente el Norteamericano-Europa Central representados en la OTAN (que incluye Canadá, Inglaterra, Francia y Alemania) y el eje China-Rusia-Irán-Turquía. El conflicto se desarrolla en todas sus posibilidades: económica, cultural, política y militar, teniendo como objetivo el dominio capitalista global. Sin embargo ni una ni otra fuerza en disputa imperialista constituye una alternativa económica, política o ambiental, debido a que China, Rusia o la misma Francia se encuentran absolutamente dominadas por capitales trasnacionales y grandes corporaciones. Las disputas no son sólo entre gobernantes, sino que más bien entre fracciones burguesas globalistas y nacionalistas al interior del propio Estados Unidos, también en Reino Unido y toda Europa, ejemplo de ello son el caso “sobre bombas” en el que se involucran dirigentes democratas contra Trump, también las amenazas de este de retirarse de OTAN si otros países no aumentan su gasto militar, a su vez destaca la ruda crítica desde la burguesía más globalista y “tecnológica” de Bill Gate, o la afamada NIKE, ambas son importantes inversionistas en China y detractores del nacionalismo de Trump, quien continúa aplicando sanciones económicas a Rusia, Irán y Turquía, y aumentando aranceles a la importación de productos Chinos. Por otro lado el gigante asiático y su Burocracia dominante replica con medidas similares hacia EEUU y se alía cada vez más al poderoso ejército ruso, destacando la mayor maniobra militar de la historia con 300.000 soldados movilizados por Putín y 36 mil carros blindados que incorporan armamento y soldados Mongoles y Chinos, llamada Vostok-2018, que ha sido denunciada por la OTAN como amenaza de guerra entre potencias.

2. Se extienden los territorios en conflicto armado, dentro de los que contamos Ucrania, Afganistán, Pakistán, Siria, Libia, Turquía, Israel, Palestina, Jordania, Sudán y Congo. Y en ellas se despliegan principalmente las fuerzas armadas de EEUU, Francia, Inglaterra, Alemania (agrupados en la OTAN), y por otro lado las poderosas fuerzas armadas de Rusia. Además de extenderse al propio territorio norte, centro y sudamericano, mediante la guerra civil de baja intensidad (guarimbas, paramilitarismo, guerrillas, cárteles, etc.) en Méjico, Nicaragua y Colombia, que se extiende por décadas en este último. Cada vez mas los conflictos armados no son protagonizados por FFAA  formales, ejércitos de paises, sino por organizaciones legales e ilegales no estatales: empresas de mercenarios, carteles, grupos tribales, políticos, religiosos, etc….son las denominadas guerras del siglo XXI

En este mapa observamos en color oscuro aquellas guerras que produjeron más de 10.000 muertos por año, destacando Méjico, Siria, Irak y Afganistán; y luego entre 1000 y 9.999 una mayoría de conflictos en África y Asia que incluye Libia, Egipto, Sudán, Congo, Pakistán; el color Naranjo indica entre 100 y 999 y el amarillo menos de 100 muertos por año.

3. Internamente en Estados Unidos la gestión presidencial de Trump ha tenido como principales triunfos la relativa reactivación económica mediante reducciones impositivas a los más ricos, y mediante recortes al gasto fiscal, que también van de la mano de una política militar más agitativa que práctica, produciéndose paradójicamente un menor despliegue militar e invasiones que con Obama o Clinton, disminuyendo la cifra de soldados en otros países desde 300.000 a 200.000 actualmente. Las elecciones parlamentarias y de gobernadores del 6 de Noviembre ampliarán el giro nacionalista o abrirán paso a un próximo gobierno demócrata, donde se concentran los sectores globalistas neoliberales. Las principales estimaciones indican que el vencedor sería el partido demócrata, y al interior de éste se comienzan a posicionar figuras del ala socialista o Democratic Socialist of América, liderado por Sanders. Por otro lado, y a pesar de que disminuirían su presencia parlamentaria en el Republicano se afirman posiciones Trumpistas, por lo que al igual que en todos los demás países del continente, en EEUU la política adquiriría mayor polarización e inestabilidad, prueba de ello es la insistencia de Trump de integrar a un Juez de la Corte Suprema acusado de delitos sexuales.
El resultado de estos conflictos entre grandes burgueses es la Barbarie, un fenómeno propiciado para destruir a los sectores populares y a la Tierra, imaginémonos una lucha de gigantes sobre nosotros, pisoteando nuestros pueblos, destruyendo nuestros ríos y valles, entre golpes y patadas, produciendo el desorden, la desestabilización y desorganización económica y social, imponiendo regímenes narcoestado y del crimen, desestructurando consensos, mediante la violencia y el odio, tal situación fue propiciada por el Gigante norteamericano en Irak, Siria y hoy en Venezuela. Entre las piernas de estos monstruos se reúnen y resisten cientos y miles de trabajadoras y trabajadores, de indígenas y mestizos de toda nuestra américa y el mundo, aún con incierto resultado, no es momento de bajar los brazos.

Nuestra América: Resistencia contra la Barbarie

Con la llegada de Bolsonaro a Brasil, Trump en EEUU, Macri Gato [a Argentina], Piñera [a Chile] y Santos en Colombia, irrumpe el Neofascismo en América y se termina de ahondar lo que denominamos la Estrategia de la Barbarie, que incluye la desestructuración de los estados naciones y de los organismos multilaterales, posteriores a los pactos de la segunda guerra mundial, tales como la ONU o el FMI, que el propio capitalismo creó pero que hoy le significa escollo para seguir explotando y destruyendo. Analicemos los principales fenómenos del continente.

1. La Barbarie capitalista se despliega mediante una táctica específica contra las mujeres pobres y de origen latino o indígena, y esta corresponde a una doctrina de dominación racial, sexual y de clase impulsada por ejemplo en los estados fronterizos de México con EEUU, como Ciudad de Juárez, una ciudad con 1 millón y medio de habitantes, donde se producen 100 asesinatos de mujeres pobres mestizas e indígenas por año, a manos de hombres blancos y ricos. En el contexto de dominación racial/sexual y de clases los femicidios y la tortura sexual se extienden en el mundo de la mano del armamentismo, siendo esto una característica de las guerras del siglo XXI, ello ocurre en Sudamérica mediante la trata de mujeres pobres para esclavitud sexual, principalmente de origen colombiano, brasileño, argentino extendiéndose de la mano de zonas de interés turístico y extractivista-sobretodo petrolero y minero, registrándose las mayores tasas de estas formas de violencia en torno a las costas del Caribe colombiano, Buenos Aires, Río de Janeiro y otras metrópolis del Sur de Brasil, donde se combinan el poder de los narcos, la presencia de burguesía estadounidense y europea, y la sobreexplotación mineral del continente.

2. La situación de Méjico merece una mención especial, tras el triunfo e instalación de AMLO (Andrés Manuel López Obrador), con amplia participación electoral, mediante la conformación de una alianza electoral de organizaciones de izquierda, que se venían constituyendo en los últimos 10 años, tales como MORENA. AMLO ha mencionado como tareas principales combatir el crimen, y ampliar la política de subsidio a la demanda, o “régimen de derechos sociales”, dejando de lado el cambio de modelo económico, o la expropiación de empresas privadas. Además en su coalición gobernante incluyó la “transferencia de parlamentarios” desde partidos de la corrupta socialdemocracia Mejicana al bloque de gobierno, este elemento nos habla de una negociación de clases para alcanzar el sillón, pero claudicando la hegemonía que permitiera imaginar un proceso interno anticapitalista. Adicionalmente la firma del TLCAN garantiza la mantención de la supremacía anglosajona y blanca sobre el país del Tequila, el cual sigue sirviendo de proveedor de materias primas, mano de obra y proveedor de sustancias a sus vecinos del norte, de los que depende energética y tecnológicamente, y que mediante sus dolares logra destruir a la sociedad mejicana, hundiéndola en los carteles, el homicidio masivo y la violencia más profunda. A contraparte, Chiapas, Oaxaca y Guerrero con más de 10 millones de habitantes profundizan procesos de resistencia y autonómicos, existiendo miles de personas que rigen sus destinos fuera del poder del Estado, constituyéndose Méjico sólo en un pedazo de tierra en disputa entre el Narcoestado, los ejércitos privados y el Poder Popular e Indígena.

3. Más al sur, en Honduras y Haiti la crisis humanitaria se profundiza a niveles inimaginados, desplazándose miles de personas por hambre y escapando del crimen y la miseria. A su lado Nicaragua empeora el escenario centroamericano, por un lado el régimen de Ortega, con el vergonzoso y criminal giro del FSLN hacia la defensa de los intereses de la burguesía que continúa masacrando a la población obrera que comenzó a luchar contra la precarización de sus pensiones, superando los 300 asesinatos durante las protestas y posterior período represivo contra el pueblo.

República Dominicana y El Salvador mantienen regímenes neoliberales con tinte democrático bajo las mismas reglas que Chile. Por último en Cuba acudimos a una lenta agonía del proyecto socialista, que aún logra movilizar a sectores del pueblo dignamente, y colaborar con otros pueblos, pero muy lejos de su histórico ejemplo de internacionalismo.

4. La llegada de Juan Manuel Santos a Colombia derribó la posibilidad de acuerdo con el ELN, segunda guerrilla que mantiene casi 5000 personas movilizadas, y territorios bajo su control. Sin embargo el desarme de las FARC constituye un giro histórico para los sectores oprimidos en ese país, cuyos cuadros comienzan a insertarse en la vida civil bajo enormes riesgos, de hecho los homicidios a lideres sociales, defensores de la tierra y de los derechos humanos han aumentado superando las trescientas personas desde la firma del acuerdo de Paz. Además de los crímenes cometidos en el país cafetero, es evidente el arribo de paramilitares que se internan en Venezuela con fines de transferir la violencia, cuestión que ciertamente han logrado, constituyendo a Caracas en una de las ciudades con mayor criminalidad del mundo.

5. Sobre Venezuela, tres escenarios están en la esfera de lo posible: a.- La Guerra: El ingreso de Colombia a la OTAN, la expulsión de la embajada Venezolana en Ecuador, el probable gobierno militarista de Brasil y la situación de Chile a la cabeza del comando conjunto del Sur, hace imaginar una invasión militar de territorio Venezolano, como primera posibilidad; b.- La Sumisión: Sin embargo, el giro que ha tomado el gobierno hacia la privatización del extractivismo petrolero, y la sumisión al capitalismo Chino como fuente de recursos frescos, además de la mantención de la cuota exportada a EEUU, la ley de armas y ampliación de detenciones parecen demostrar que la burguesía mundial y local empujan a una transición pactada y violenta hacia el neoliberalismo, de la misma forma que se está haciendo en Argentina, Ecuador, Brasil; c.- La Revolución: La tercera opción la constituye el proceso revolucionario que aún está relegado sólo al proceso rural desde “las comunas” o urbano periférico desde “los colectivos” el cual podría tener potencial si se articulara con una naciente corriente de trabajadores de servicios que se encuentran movilizados desde hace 1 año en diferentes formas, asumiendo la lucha por mantener las condiciones de vida y sobrevivencia.

6. En Brasil, la quinta economía mundial, la política de Temer se profundizará durante los próximos cuatro años, mediante la irrupción de Bolsonaro, quién guiará en el subcontinente una arremetida Neofascista. Apoyado por iglesias evangélicas, y empresarios del agro, esgrimiendo supuesta transparencia y mano dura, promete disminuir el Estado y abrir espacio al libre mercado, apenas asume recibe el saludo de Trump, afirma que trasladará la embajada a Jerusalén, instala a un general como ministro de Defensa y Piñera haciendo de portavoz confirma su primera visita a Chile. Todo hace pensar en que aumentará la violencia contra la clase trabajadora y sectores subyugados por su color de piel o identidad sexual o de género, profundizándose lo que hoy observamos en Río de Janeiro con territorios militarizados donde viven millones de personas, desplegando una guerra de baja intensidad contra las mujeres y hombres pobres que habitan las favelas y que durante varias décadas pujan por constituirse en actor político, y constituyen el mayor enemigo del capitalismo.

7. Hacia el sur del continente en Uruguay, Paraguay, Perú y el Norte de Chile se desarrolla un conflicto de menor intensidad, logrando las burguesías locales sortear con éxito esta pasada, abogando a instalar libertades individuales, profundizando el neoliberalismo y líneas extractivistas que impulsa el IIRSA, y que son financiadas mediante endeudamiento con el Banco Chino de Inversiones. El caso boliviano adquiere una dimensión particular, debido a que mantiene altos niveles de movilización y organización popular, sin embargo hoy se debate en torno a profundizar el proceso de cambio social desde el gobierno, o virar hacia una tendencia “modernizadora”, que en lo esencial recoge la receta neoliberal instalada en el resto del continente. El futuro del proceso boliviano es incierto, encontrándose Morales al borde de un giro conservador y extractivista, por ejemplo incentivando las plantaciones de biocombustibles, para lo cual debería traicionar al movimiento popular que aún existe y se niega a retroceder, y que en estos momentos está apunto de conquistar un Sistema Único de Salud gratuito y estatal, entre enormes tensiones al interior del MAS.

8. En Santiago y Buenos Aires el campo popular no golpea fuerte, a pesar de la destrucción de la calidad de vida de la mayoría porteña mediante la caída del peso y de los salarios, además de la contratación de más deuda externa e hiperinflación, el descontento popular solo se ha canalizado vía sindicatos gorilas, tal como los Moyano, pero el movimiento obrero y popular se encuentra relegado como actor de masas. La izquierda apostando a la institucionalización mediante el FIT, mientras el pueblo mapuche, las organizaciones sociales y los sectores populares son reprimidos duramente, teniendo ya 45 prisioneros políticos y al menos 4 luchadores sociales asesinados por la policía. La situación en Chile apunta en la misma dirección, con una caída de los salarios, estancamiento del producto interno bruto y del precio del cobre, pero de ello daremos cuenta más adelante.

9. Las principales revueltas en Argentina y Chile vienen de la mano del movimiento feminista y mapuche, sobre la primera cuelga una incertidumbre, quién conduce dicho proceso, las mujeres de sectores explotados o sectores liberales. La tarea es árdua para que en este movimiento social las posiciones de clase logren la hegemonía que permita colocar junto a las reivindicaciones del cuerpo, las luchas salariales y derechos laborales. El Paro del 8 de Marzo será una prueba de las fuerzas desarrolladas por los sectores más activos dentro del feminismo popular, desde donde se impulsa una línea de convergencia entre esfuerzos clasistas y populares en ambos países del sur. En definitiva, como balance continental, podemos enunciar que la disputa imperialista de los bloques Estadounidense y Chino, y de las fracciones burguesas más globalistas versus tendencias nacionalistas, se desarrollan en América cada vez más abiertamente, adquiriendo una dimensión económica, política y militar. Teniendo como avanzada China el Plan IIRSA y la inversión en empresas Venezolanas de Petróleo. Estados Unidos de manera mucho más agresiva utiliza a los gobiernos del llamado Pacto de Lima para asediar y bloquear a Venezuela y también a Bolivia. En medio de esas disputas el pueblo vive una caída de sus niveles de vida, que raya en peligro de subsistencia, y que coloca a la clase trabajadora en crisis.
Hoy nos encontramos en una arremetida imperialista de dos bloques y que sitúa a tres cuartos del continente bajo gobiernos de corte Neoliberal Autoritario bajo el yugo de los militares, los estados de excepción, el paramilitarismo, la tortura sexual, el narcoestado, donde lo único que nos une es la lucha por la subsistencia humana y de la naturaleza completa. El neoliberalismo de tinte democrático es una tendencia en retirada, y los sectores populares que han intentado empujar avances socialistas desde los gobiernos deben lidiar con sus propias burocracias internas, sortear la amenaza y el asedio imperial, teniendo hoy sus pueblos en lucha que decidir entre profundizar el proyecto revolucionario o girar hacia la sumisión neoliberal frente a la inminente agresión militar. Sin embargo, a pesar de toda la avanzada imperialista, el neofascismo y la barbarie, la clase obrera principalmente organizada en las periferias urbanas, los indígenas, las mujeres y otros sectores dominados hemos avanzado en propuestas propias tales como el Buen Vivir, la Vida Digna y el Poder Popular, saliendo de la marginalidad mediante órganos autónomos articulados en redes más que en partidos políticos, y que resistiendo a las burocracias y tendencias verticales intentan avanzar en alianzas políticas y de subsistencia material que permitan a los pueblos de Nuestra América transformar el peligro de la Barbarie en la apertura de una Revolución antipatriarcal, ecosocialista e indoamericana.

Coyuntura Política desde Chile y Walmapu

1.- La Clase trabajadora en Chile: entre Sindicalismo y organización Territorial

La organización sindicalista está muy rezagada, llevando más de 30 años sin poder conducir o impulsar movimiento popular, dividida en múltiples confederaciones, centrales, asociaciones y sindicatos, cooptada por sectores del partido Socialista o Comunista, los esfuerzos de un puñado de dirigentxs honestxs y con consciencia de clase se encuentran estériles hace décadas. Durante el año 2017 muchos sindicatos avanzaron en radicalidad y superación de la legalidad, fenómeno que amenazaba con extenderse, por lo que Bachelet y la CUT acordaron modificaciones que pretendiendo fortalecer la organización, sólo la han debilitado, castigando las acciones de fuerza sindicales, la toma y las acciones directas, mediante las modificaciones al Código del Trabajo consensuada entre comunistas, socialistas, y toda la esfera que dirigen Bachelet y Piñera. Las huelgas han disminuido en número y en profundidad, penalizándose la toma y bloqueo de ingreso a fábricas, disponiéndose mayores sanciones a quienes utilizan estos métodos, instalándose la criminalización de la huelga de manera cada vez más profunda.
La Central Unitaria de Trabajadores (CUT) mantiene su conducción PC-PS-DC y en ella nada hace avizorar un cambio, las confederaciones y sindicatos que ahí se agrupan están sujetos a tensiones internas por salir de dicha instancia, tales como la que provocó el cambio al interior del Colegio de Profesores, por ello la CUT, un león sin uñas, cuyo sentido sigue siendo la conciliación de clases, el liberalismo en materia laboral y por consiguiente el modelo capitalista. La Central Clasista de Trabajadores (CCT) constituye un esfuerzo principalmente en la región Metropolitana, que reúne a CGT, AIT y diversos sindicatos permite mantener una línea principal entorno a un proyecto clasista al interior de los trabajadorxs, abriendo espacio al antipatriarcado o al antiextractivismo, cuestión muy incipiente aún, aglutinando a un par de decenas de miles. Más allá del sindicalismo, hoy la mayor forma de agrupamiento y lucha de los y las trabajadoras chilenas pasa por organismos más democráticos y de base, tales como las Asambleas Territoriales, organizaciones barriales y de vivienda o las organizaciones feministas y estudiantiles. Estas han protagonizado más de una década de protestas para detener y revertir el avance neoliberal en Chile y mejorar sus condiciones de vida, con resultados variables, y en los que hoy destacan las luchas de trabajadorxs, pobladorxs y comunidades que apuntan fundamentalmente al cierre o reconversión de industrias extractivistas e industriales contaminantes y a la búsqueda de nuevas formas productivas más respetuosas con la naturaleza y la salud, como ocurre en Huasco-Quintero-Puchuncavi-Chiloé-Penco Lirquén entre otras.
Además se extienden desde la periferia nacional hacia al centro político, administrativo y económico del capitalismo en Chile, avanzando desde el Sur y el Norte hasta Antofagasta, Valparaíso, Concepción y Santiago (principales capitales del país), y desde la lucha contra el extractivismo Minero, Forestal y Piscicultura hacia las zonas de sacrificio Industriales que se ubican en los mayores centros urbanos y ligados directamente al Capital financiero y trasnacional. En ellas destacamos el acercamiento entre los trabajadores mineros con comunidades defensoras del territorio, como ocurre en la segunda región entre Frente de Trabajadores Mineros y el Movimiento por el Agua y los Territorios en la segunda región, entre la Coordinadora Penco Lirquén y los sindicatos industriales y portuarios, y entre la lucha en Quintero y los sindicatos del cordón Industrial. Estos acercamientos son iniciales, y están atravesados por desconfianzas, pero contienen en si la más profunda posibilidad de cambio, que es la expresión de un nuevo sujeto social ligado al trabajo y la defensa de la vida y la naturaleza.

2.- El Bloque en el Poder y Sectores Fascistas en Chile
Debemos destacar que una tendencia cada vez mayor en Chile y el continente es la autorepresentación burguesa por sus mismos exponentes, ejemplo de ello son los presidentes de Chile, Argentina y Estados Unidos, todos magnates y figuras que escapan a los límites de sus partidos políticos. Y en Chile la arremetida del propio Luksic, quién siendo el mayor capitalista del sur del continente domina medios de comunicación, y arenga lo que se le ocurre desde su propio Twitter, sobrepasando a Gremios y Partidos. En la arena tradicionalmente política donde delegan los Capitalistas, el bloque que condujo Bachelet en el pasado gobierno (la Nueva Mayoría) se encuentra disperso, teniendo a la Democracia Cristiana hasta ahora en una vía propia Neoliberal y conservadora, pasan por una profunda crisis, son el sector que más ha caído
en representatividad. Los partidos Socialistas, PPD y Radical se aglutinan en un referente llamado Convergencia Progresista, que tiene un carácter eminentemente electoral, teniendo más de un 30% de representación parlamentaria y que es parte del entramado neoliberal chileno, durante los últimos años han derivado en chovinismo puro, liderando la disputa por el Mar con Bolivia, apostando a discursos de unidad nacional y manteniendo el modelo actual, en estos partidos apenas es posible identificar mínimas tendencias anti neoliberales, que son minoría absoluta en este bloque. El Partico Comunista también se ha ubicado en el bloque de poder mediante su representación parlamentaria, municipal y dirección sindical de la CUT, apunta a una política de incorporación plena al bloque dominante, pretendiendo representar a una capa profesional media del país, mediante un proyecto nacional popular pero en alianza con otros partidos de la ex concertación.
La derecha chilena fuertemente agrupada en un arco partidario amplio UDI-RN-Evopoli-PRI a la cabeza del gobierno, con más de 45% de representación parlamentaria, y la conducción de los principales municipios del país, es actualmente el principal sector político en el país. Las principales agendas del gobierno son la devastación ambiental extractivista y energética, mediante un desmantelamiento del Servicio de Evaluación Ambiental y las leyes Lafquenche y consulta indígena; el cambio al sistema previsional aumentando la carga impositiva individual hasta un 14% más comisiones, sin cambiar el sistema, y agregando más recursos a las AFP y otras empresas especulativas; la militarización de territorios, asesinato de dirigentes sociales y criminalización de la protesta mediante las leyes Aula Segura, el comando Jungla y la extensión de la tortura sexual en calabozos de detención. Sobre la corrupción, se hace oídos sordos, la delincuencia azota a las fuerzas armadas y carabineros, el robo se hizo costumbre, y los altos oficiales viajan a Disney con fondos públicos, las notarias y tribunales se llenan de abusadores, y la prensa cierra la boca, la Fiscalía promueve la rápida impunidad, y el servicio de impuestos internos guarda silencio frente a los fraudes, mientras haya dinero que robar seguirán robando.
Al interior de la derecha se reorganiza una tendencia más directamente Pinochetista y Fascista, liderada por José Antonio Kast, quién junto a 8 diputados de la UDI acaba de visitar a Bolsonaro. Junto a estos últimos han aparecido juventudes nacionalistas y cristianas que han tenido gran cobertura por parte de los medios de comunicación para posicionarlos como una “alternativa política” y correr el cerco del centro político. Sus mínimas acciones son maximizadas principalmente por el Periódico La Tercera de Saieh, quién ha desplegado una línea coherente desde esto que llamamos “la Barbarie Capitalista”, apuntando a mostrar violencia y delincuencia, atemorizando e impulsando el odio. Inicialmente desde Ciper y la Tercera generaron una avanzada para evidenciar la corruptela política chilena, para actualmente potenciar una tercera vía supuestamente no corrupta: “el Neofascismo”, que empuja a la conformación del populismo de derecha, que avanza en su inserción barrial disputando el voto de los evangélicos con financiamiento y  dependencia Norteamericana.
Considerando la situación continental, a pesar de que hoy estos grupos son reducidos, debemos preguntarnos ¿Cuál es la posibilidad del fascismo en Chile, y cuál es la táctica de los sectores populares para enfrentar esta arremetida? Aquí existe un diálogo abierto, donde no dejamos nada sin hacer. Por un lado la izquierda debe profundizar su apuesta social, penetrando en los barrios, desarrollando formas de autosubsistencia, autodefensa y de desarrollo de formas de apoyo mutuo en las comunidades, incluso cristianas y sectores más explotados, que es donde se ha ido engendrando el fascismo en diferentes países. Y por otro lado desde el Feminismo clasista y popular apuntar más decididamente a impulsar la lucha de todas las oprimidas dejando de lado posturas liberales provenientes de matrices burguesas.

3.- Sectores reformistas en Chile
El Frente Amplio constituye un agrupamiento de fuerzas políticas emergentes con una participación en diputados de un 15%, e incluso un Senador y algunos municipios, sin embargo no impulsa movilización social anticapitalista y presenta en su interior una perspectiva liberal liderada por Revolución Democrática (RD) y el Partido Liberal pero que va más allá incluso dentro de su denominada ala izquierda, donde otro actor, el Movimiento Autonomista (MA) se ha acercado en los últimos meses al empresariado Industrial Chileno, mediante reuniones Sharp-SOFOFA (2), a sectores trasnacionalizados aprobando el TLC con Canadá que profundiza la invasión del extractivismo norteamericano. Debemos entender este proceso de acercamiento como un esfuerzo propio del reformismo, y el acceso a sus cúpulas de sectores burgueses que apuntan a una modernización capitalista liberal, un ablandamiento de su línea política una vez que acceden al poder, pretendiendo interpelar a estratos medios profesionales y empresarios nacionales, línea que representó buena parte de la Concertación en los noventa, y que comparten hoy con el Partido Comunista (PC). Aquí se explica el acercamiento entre RD, MA, PC y Sectores del Partido Socialista que no son sólo políticos sino que responden también a un proyecto económico pretendido desneoliberalizante o de “capitalismo humano”, que no cuestiona el extractivismo ni la matriz destructiva chilena de explotación, ni las condiciones de sobreexplotación de la clase trabajadora chilena, pero que además no persigue el fin del Capitalismo.

3.- Sectores Anticapitalistas

Tras la última década de movilizaciones sociales, a partir de las experiencias de lucha de los dos principales movimientos: el mapuche y el estudiantil, se han gestado diversas formas embrionarias de la izquierda revolucionaria.                                                                                                                                                                                                                            Una línea libertaria (FEL-OCL-SOLIDARIDAD) que se desplegó en sindicatos, en feminismo y proyectos contraculturales educativos que se han desgastado con el tiempo, además de una línea derivada del Rodriguismo (UNE-ND-MDP) que impulsa un proyecto nacional popular donde destacó su despliegue en docentes, pero que también se ha desgastado o derivado en táctica exclusivamente electoral, ambos terminan incorporando a la mayoría de sus militantes al proyecto reformista elitista del Frente Amplio, mientras algunos de sus antiguos militantes que no tomaron este camino, vienen haciendo esfuerzos por reagruparse en un proyecto propio anticapitalista.                                                                                                                                                                                                                                          Otra expresión la constituyeron agrupamientos político-sociales como JR, MPG, PT o Guevaristas que incentivaron acciones mediáticas intentado radicalizar la lucha estudiantil o de trabajadores, pero que han tenido un fuerte retroceso desde el 2017 en adelante, desdibujándose sus proyectos y prácticamente desapareciendo del escenario público. Otro esfuerzo lo constituyen movimientos barriales, derivados de experiencias de los años 80, que se encuentran en diversas iniciativas de vivienda, y desarrollo de organización poblacional entre las que destacan UKAMAU o Igualdad, además de otros colectivos que se mantienen entre jóvenes, apostando a la organización barrial como forma de prefigurar poder popular, pero que no han podido cuajar en un proyecto alternativo.
El trotskismo agrupado en PTR ha logrado mantener una presencia en docentes, sindicatos del norte y región metropolitana, aunque con escaso criterio de unidad, asumiendo posiciones vanguardistas resulta difícil pensar en una alianza política. Al igual que sus expresiones en argentina, ha iniciado una táctica electoral, sin embargo apuntando a una vía propia, que ha tenido corto alcance.

Dentro de esta franja, la Convergencia 2 Abril constituye una potencialidad organizativa por su presencia nacional y esfuerzo de unidad, mediante una apuesta por la organización de trabajadores y comunidades definiendo a la movilización social de masas en miras de acumular poder como principal táctica del período, centra sus esfuerzos en la convergencia de todas las luchas sociales contra el capital, hasta ahora parciales -estudiantiles, laborales, ambientales y feministas- mediante un programa de lucha y el desarrollo de órganos de subsistencia popular y contrapoder. Estas potencialidades serán puestas a prueba en los tiempos que vienen, que estarán marcados por una agudización de la lucha de clases.

4.- Lucha de Liberación Nacional y Anticapitalista en Territorio Mapuche
En Territorio Mapuche(Walmapu), el Estado militar y todo su aparato, el Plan IIRSA de infraestructura para China, y los conglomerados norteamericanos energéticos, mineros y petroleros chocan con uno de los movimientos más permanentes del continente, el Movimiento Mapuche Autonomista, que ha extendido brazos hacia la sociedad chilena y argentina tras el asesinato de Santiago Maldonado, los montajes Huracán, la lucha de los presos políticos o el llamado Plan Impulsa Araucanía (la forma en que se presenta el IIRSA encubierto), desencadenándose movilizaciones cada vez mayores de solidaridad, y donde las luchas sociales adquieren una dimensión política y también cultural, concentrándose aquí el mayor potencial de cambio social, mediante la concreción de franjas de territorio autónomo controlados por las comunidades, y también de una epistemología del buen vivir, impulsada por las comunidades, las organizaciones, los artistas e intelectuales mapuche.
Hoy además el pueblo chileno y argentino pobre y golpeado por la crisis económica y de subsistencia ven en el movimiento mapuche un referente, además de que existe la potencialidad económica de extender lazos de solidaridad material desde el campo a la ciudad por ejemplo en producción agrícola y energética (leña). Pero además controlan franjas de territorio importantes, teniendo el desafío de seguir avanzando más allá del Control Territorial hacia un modelo de sociedad basado en la cosmovisión ancestral, y que sustente materialmente a miles de familias.

Durante las últimas semanas las organizaciones del pueblo mapuche, se enfrentan a un aparato militar llamado Comando Jungla, entrenado en Colombia por las fuerzas armadas estadounidenses, pero además a una avanzada comunicacional y política de Piñera, quien ha presentado el Plan Impulsa Araucanía, en el que promueve la venta y arriendo de tierras mapuche, colocando el acento en transformar al mapuche en un empresario agrícola o turístico, y que anuncia construcciones e infraestructura en el territorio, tales como un Puerto y Carreteras hacia Argentina, todas ellas iniciativas del IIRSA y que estas organizaciones han resistido desde un comienzo. Como táctica se ha apuntado a la movilización social de masas de mayores franjas del pueblo mapuche y llamados al pueblo chileno, manteniendo las acciones de sabotaje pero destacando el giro a las calles, a extender el conflicto a las ciudades que han impulsado las expresiones político sociales anticapitalista y autonomistas, entre ellas la Coordinadora Arauco Malleco y Lof en Resistencia que además llaman a un acercamiento hacia el pueblo chileno pobre.
Nada de esto sería posible, si estas expresiones no estuvieran vinculadas a una extensa red de organizaciones urbanas en diferentes ciudades en torno a hogares estudiantiles y universidades, ferias de intercambio y venta de productos mapuche, expresiones culturales e intelectuales de todo tipo, además de la existencia de otras organizaciones de relevancia o notoriedad pública tales como la Resistencia Mapuche Malleco o Parlamento Mapuche de Koz Koz, Alianza Territorial Mapuche, Meliwixan Mapu o la comunidad de Historia Mapuche entre otras que han ampliado el arco de acción y difusión del proyecto de auto reconstrucción mapuche. Todas ellas dan cuenta de un proceso de politización que ahonda en la cultura (o contracultura) y desde la periferia penetra e influye en la ciudad, e incluso traspasa fronteras. Es necesario destacar este proceso de expansión del pensamiento, cultura y “oferta política” del mapuche, que trasciende y densifica el conflicto territorial, constituyendo la más profunda apuesta estratégica de Liberación Nacional y Anticapitalista del sur del continente.

A modo de conclusiones
Hoy las organizaciones mestizas chilenas, del pueblo chileno pobre, de la clase trabajadora y la Izquierda revolucionaria deben acudir al llamado de las organizaciones mapuche, fortaleciendo una alianza entre pueblos para frenar las consecuencias desastrosas del Capitalismo extractivista; desplegar a nivel popular, con movilizaciones masivas y variadas; discutir, proyectar y dialogar una reconversión productiva desde el mundo de los trabajadores y trabajadoras, apuntando al retiro de las forestales, de los consorcios eléctricos, del mar y pisciculturas, para restituir las tierras como primera medida.
A la vez más al norte del Walmapu debemos apuntar directo al Capital financiero, impulsando la lucha contra AFP, el capital inmobiliario y especulativo, luchar por un recambio productivo que recupere y ponga bajo control obrero la tecnología y producción que hoy está en manos del capital, para garantizar educación, techo, alimento, salud y vejez a la clase trabajadora chilena, y a todos los sectores dominados y explotados. Para ello los y las trabajadoras tenemos la obligación de construir y deconstruir un mundo basado en el equilibrio con la naturaleza, a pesar de lo difícil que ello nos parezca hoy que estamos sumidos en el individualismo y la cultura de la basura.
A la par desarrollar procesos organizativos, culturales y de autodefensa en torno al sujeto mestizo e intercultural que somos, sobretodo en barrios y periferias urbanas, densificando nuestras organizaciones territoriales y de trabajadorxs, combinando reivindicaciones materiales, salariales y de subsistencia mediante la movilización social, con la creación de contrapoder desde abajo, para la resistencia y autodeterminación de los pueblos. Esta táctica combinada de movilización social y acumulación en órganos de poder debe impulsarse en todos los sectores del pueblo, superando la demanda al Estado por los derechos sociales, mediante un programa de luchas ecosocialistas, antipatriarcales e indoamericanas que contra la Barbarie abran el camino a la Revolución.
Resistencia, Unidad y Creatividad en la lucha de todos los pueblos de Nuestramérica

(1) Alejandro Castro, joven de 31 años, pescador artesanal, dirigente sindical y luchador social, defensor del territorio y de los derechos humanos, mientras luchaba junto a su pueblo por detener la invasión capitalista extractivista de las costas de Quintero y Puchuncavi, que son zonas de sacrificio, fue encontrado muerto en Valparaíso, dos horas después de una marcha antiextractivista y paro docente. Su muerte se suma a la de otrxs luchadores sociales como Juan Pablo Jiménez, Rodrigo Melinao y Macarena Valdez, que han sido asesinados impunemente en medio de conflictos en Chile y Territorio Mapuche, sin que aún existan investigaciones formales por parte del Estado de Chile.

(2) Sharp : militante del Movimiento Autonomista, Alcalde de Valparaíso, una de las principales ciudades chilenas, ciudad Puerto. SOFOFA: Sociedad de Fomento Fabril, instrumento de la Gran Burguesía Industrial y Extractivista en Chile.

31 de Octubre de 2018
Centro de Estudios de los Pueblos Nuestro Americanos
Desde Temuko, territorio Mapuche



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