LA CRISIS DEL GOLFO: un reexamen.

 

Alfred Mendes

 

El reciente enfrentamiento entre Irak, por un lado, y los EEUU y Gran Bretaña por otro, reclama de una segunda y màs cercana mirada a los sucesos que gatillaron la más reciente crisis-- esto es, la invasión Iraquí en agosto del 90, que unos pocos meses después resultó en la Guerra del Golfo.

 

Si hubo algún hecho importante e innegable en esa crisis de 1990, fue el rol principal que jugó EEUU impulsando la alianza anti-iraquí apoyada por las Naciones Unidas, actuando ostensiblemente bajo la sombrilla de la ONU (aunque debería recordarse que Pérez de Cuellar, en enero de 1991, enfatizaba que la acción militar en curso no se realizaba bajo el comando de la ONU). El hecho de que otros países dentro de la Alianza también jugaban su parte es aquí incidental, y sólo ayuda a confundir las cosas, ya que fue EEUU el que dio los pasos iniciales y cruciales en nombre de la Alianza en cada una de las etapas de la crisis. De esto hay registros. Más aún, habiendo sido EEUU uno de los dos mayores protagonistas --el otro era Irak-- estamos en condiciones de examinar su papel en esta cuestión cuidadosamente si pretendemos alcanzar una comprensión racional de la crisis. Y es esencial que lo intentemos.

Examinemos primero los motivos de los americanos en el origen de este período. Se nos dice repetidamente que esa guerra con Irak sería una guerra justa; una guerra moral; una guerra para reinstaurar el gobierno legítimo en Kuwait --bajo la égida de la' democracia'.

Dejando de lado que es un acto político dudoso asociar democracia con lo que era (y todavía es) un feudo familiar, volvámonos hacia la moralidad de esta cuestión.

Para empezar, los EEUU no tenían igualmente razones morales y serias para oponerse militarmente a los rusos cuando estos últimos invadieron Afganistán en 1979? O a Israel, cuando invadió el Líbano en junio del 82? O a Irak cuando invadió a Irán en 1979 ? (Es pertinente anotar aquí que las Naciones Unidas pasaron para ese entonces la Resolución 479, que no condenó la invasión de Irak ni solicitó el retiro de sus tropas de Irán). El que no interviniera en ninguno de esos casos abiertamente con fuerzas militares, sólo puede explicarse por el hecho de que sus motivos en estos casos eran pragmáticos -- no moralistas. Seguramente, por eso mismo estaríamos justificados a dudar de sus proclamados motivos moralistas en 90/91? Nuestras dudas podrían hasta oscilar entre la incredulidad, cuando recordamos que los EEUU no adoptaron posiciones morales cuando Irak invadió a Irán - hasta apoyo subsecuentemente a irak en la guerra que siguió, cerrando incluso los ojos cuando éste último mató a 37 soldados americanos del USS Stark en mayo del 87, y volvió a cerrar los ojos cuando Irak gaseó a miles de kurdos en Halabja en marzo del 88. Esto no es moralidad; esto es pragmatismo. ¿ Establece entonces el pragmatismo por qué los EEUU interviene y con tanto vigor en el Golfo- y no en otros eventos recientes y similares ?

 

A este nivel, nos corresponde asumir la carga de establecer los hechos de naturaleza historico política concernientes a la región en particular y al mundo árabe en general, antes de continuar con nuestro escrutinio de sucesos contemporáneos más recientes. Es esencial recordar que la geografía política de la región ha sido por siglos una mezcla amorfa de sheikatos tribales sin límites claros, interpenetrados por tribus beduinas nómadas. Fue primariamente como un resultado de las rencillas de británicos y franceses en el periodo inmediato posterior a la Primera guerra mundial, que se vinieron a formar los estados árabes como los conocemos --debidos muchos de ellos al Alto Comisionado Británico de aquellos días, Sir Perry Cox. Otro hecho crítico a tomar en cuenta es la presencia en la región de vastas reservas de petróleo, un producto que , por las altas ganancias en dólares, y su capacidad para mover las industrias del planeta, frecuentemente llega a ser la causa de sucesos políticamente motivados que reflejan la característica explosiva del producto en sí mismo-- como lo refleja cualquier captura de la historia de la región.

Dos eventos que habrían de tener largas repercusiones y efectos desestabilizadores ocurrieron durante la Primera Guerra Mundial: 1) la derrota del Imperio Turco Otomano; y 2) La declaración Balfour de Diciembre de 1917, que dio como resultado el establecimiento de un Hogar judío en la Palestina controlada por los británicos --aunque esto no habría de tener efectos hasta después de 1948. En el caso de la derrota de los otomanos, y como resultado del papel principal que jugó en eso Gran Bretaña, llegó a ser inevitable que Gran Bretaña se transformara en el poder dominante en el período de posguerra en la región, algo ejemplificado por dos acciones militares adoptadas por los británicos en contra de dios grupos recalcitrantes en lo que habría de ser después el estado de Irak: primero, el gaseo con gas mostaza de los rebeldes shiitas por el Ejèrcito en 1920; segundo, el bombardeo de los kurdos en el noreste por la Real Fuerza Aérea (es relevante anotar aquí que Churchill, entonces Secretario de Guerra, urgió a la RAF usar gas mostaza- pero esta recomendación se mostró poco práctica por varias razones) Desde entonces, los intereses petroleros británicos, en la forma de la Anglo Iranian, prevalecieron en la región. En el período de la segunda posguerra se fortaleció significativamente la hegemonía americana por el desarrollo simultáneo de las vastas reservas saudis, las mayores de la región.

 

En cuanto a la Declaración Balfour, que se formuló en 1917, muy de acuerdo con el lema tradicional británico "divide y vencerás", evolucionó hacia 1948 hacia una Gran División: el Estado de Israel. La desestabilización que engendró en el mundo árabe se puede apreciar mejor cuando uno se da cuenta que hasta entonces los árabes y los judíos sefaraditas habían alcanzado al correr de los siglos un modus vivendi en sus relaciones (por ejemplo, no era sorprendente encontrar algún judío tunesino que trabajara en la policía de Libia). Es algo triste que cómodos semejantes no se hubieran realizado en muchos países de orientación cristiana. Irónicamente esta división tajante entre árabes/judíos hoy se refleja en la división Ashkenazi/Sefardí entre los propios judíos en Israel. Es con este telón de fondo que los EEUU , con su nueva influencia en el Golfo (como ya se anotó) se encontró en los cuernos de un dilema: por un lado necesitaba apadrinar un país avanzado técnicamente y bien armado como Israel que debía servir al doble propósito de actuar como cortafuegos contra los árabes y, al mismo tiempo satisfacer sus poderosos lobbies judíos domésticos, y obtener por otra parte el apoyo de los árabes que daban hospitalidad a las corporaciones petroleras - particularmente Saudi Arabia. Resolvió estos problemas delegando muchas de sus funciones diplomáticas en los ejecutivos de las compañías petroleras in situ, creando asú un brazo semiautónomo ( y no atribuible) de su servicio exterior en el Golfo. Esta manera de resolver sus problemas, acarreaba una serie de riesgos, cuyos efectos reverberan hasta la fecha, como se ejemplifica por el hecho de que, durante los últimos años, los EEUU hayan usado considerable fuerza económica y política ( asi como veto) en las UN para asegurar que Irak adhiera a las resoluciones pasadas contra él -- mientras se deja a Israel escabullirse de resoluciones adversas. Como cualquier banquero podrá confirmar, un cliente con fuertes deudas ( como es el caso de EEUU en las UN), pesa mucho. Debe notarse que este riesgo aumenta con el sobrepeso del dólar -- potencialmente ganancioso en estas situaciones--particularmente por el comercio de armas.

 

La emergencia de la OPEC en los 60s exacerbó estos riesgos. La OPEC significó en efecto una erosión del control de las compañías petroleras (en un menor grado de lo que habitualmente se supone, debido a los estrictos acuerdos contractuales entre las compañías y sus huéspedes, lo que significa retención efectiva del control de mercados por éstas--de ninguna manera una erosión). Esto inevitablemente llevó a fricciones, como se ejemplifica en la belicosa reacción americana al embargo árabe, cuando en 1974, James Schlesinger, el Secretario de Defensa, amenazó con usar la fuerza si no se levantaba el embargo-- una amenaza que se usó más de una vez en los meses siguientes.

Debido a su porte físico, y al tamaño de las reservas petroleras-- resultante en la acumulación de vastas riquezas-- Saudio Arabia emergería como un jugador clave en el estrado de la política del Golfo, pero la naturaleza y la dirección de su política, fue inexorablemente influida por la compañía petrolera que operaba en su territorio. La Arabian American Oil Company (ARAMCO) formada a fines de los 40s por las más prestigiosas compañías Exon, Texaco,Socal y mobil, y dirigida por ejecutivos de estas compañías, que servían bajo contrato, no es exageración decir que ARAMCO era, y es-- Saudi Arabia. Como es la única fuente de riqueza del país, no puede ser de otra manera. Así se echaron las bases para una estrecha relación política Una manifestación simple de esto fue el hecho de que (al menos desde fines de los 70s o comienzos de los 80s) los expatriados de ARAMCO, en su mayoría americanos, eran instruídos en sus manuales en la manera apropiada y en los métodos seguros para fabricar su propio alcohol- y esto en el mismo corazón del Islam!

 

Más significativamente, esta relación llevó a un número de acuerdos conjuntos de muy dudosa y secreta naturaleza. Esto era tanto un reflejo de la naturaleza semi-oficial, no imputable, de la política exterior norteamericana practicada en el área (véase más arriba), y una confirmación de la intimidad de las relaciones- ejemplificada en los siguientes acuerdos secretos, realizados sin el conocimiento del Congreso (aunque subsecuentemente revelados):

  1. Como parte de la conspiración Irangate saudi Arabia financió a los Contras por un monto de 8 millones de dólares a cambio de 400 misiles Stinger. 2) Los Saudis financiaron el fracasado intento d4e asesinato del Sheik Fedlallah del Hizbollah -luego indemnizaron al Sheikh. 3) Por varios años elos financiaron conjuntamente el suministro encubierto de armas a los Mujahdeen afganos. En una relación clonal entre la más fuerte nación contemporánea del planeta, y de la familia feudal árabe (convenientemente establecida por los británicos después de la Primera Guerra), era obvio que parte daba el tono! Este último punto es particularmente relevante para una comprensión de las acciones americanas frente a Saudi Arabia en las vísperas de la invasión iraquí a Kuwait, cuando EEUU dice que Saudi Arabia reclamó por el despliegue de fuerzas americanas en el Golfo. Un reclama patent4emente espacioso.

 

Ciertos sucesos en la historia corta del Estado de Irak caen dentro de los límites de este corto artículo, porque son suficientemente relevantes para ser anotados, partiendo con el nacimiento de este estado en 1921, cuando los británicos instalaron al beduino Feisal como

Monarca--pero bajo mandato británico. El Alto comisionado, Sir Percy Cox (véase arriba), habría de jugar subsecuentemente un papel crucial al delinear los límites nacionales, que no habían existido previamente. Estos límites --o líneas en la arena-- mal definidos y contenciosos como eran,, habrían de ser la manzana de la discordia entre Irak, Kuwait y Saudi Arabia en los años por venir--como se evidencia por la amenaza de Irak de absorber a Kuwait en la crisis de 1961. Una crisis similar habría de repetirse en agosto de 1990, pero con un significado diferente: en 1961, Gran Bretaña, que todavía apostaba al poder en la región, hizo evidente a Irak que su planeada invasión a Kuwait sería resistida por una fuerte fuerza militar británica, respaldada por bombas tácticas nucleares "Red Beard"- que portaban los HMS Victorious en aquella época. La invasión fue abandonada.

 

Los factores que habrían de tener influencia en las acciones americanas del período de la Segunda Posguerra en la región eran: 1) su creciente compromiso en el desarrollo petrolero, y 2) la creciente influencia del Partido Comunista de Irak, desde su formación a mediados de los 3os a su asociación con el gobierno populista del General Qasim durante su gobierno entre el 58 y el 63. El escenario subsecuente sería provisto por lo que llegaría a ser otro sucesos crucial (aunque fuera sólo el último en la larga línea de golpes y contragolpes que marcan la historia reciente de Irak). En febrero de 1963, Qasim fue derribado --y asesinado--por un grupo del partido Baath, en directa relación con la CIA. Esto resultó en el regreso a Irak de un joven seguido del Baath, Saddam Hussein , que había huído del país después de un intento fallido para asesinar a Qasim. Saddam fue inmediatamente asignado para el puesto de Jefe del Al-Jihaz al-Khaz (más conocido popularmente como Jihaz Haneen), la clandestina Organización de Inteligencia Baathista, y desde tal posición estuvo pronto comprometido en el asesinato de unos cinco mil comunistas. ¡El ascenso de Saddam al poder se hizo a lomos de un golpe tramado por la CIA!

 

La construcción de la máquina militar iraquí --incluyuendo su armamento bioquímico-- no habría sido posible sin la considerable asistencia de los países técnicamente más avanzados, tales como alemania, Francia, Gran Bretaña,y los propios EEUU, y otros. Mucho de esto es ya de dominio público, a tra vés, por ejemplo,del Informe Scott de Inglaterra. Es también de público conocimiento q2ue los EEUU proveyeron de información estratégica a Irak a través de sus satélites durante la guerra Irak/Irán de 1980 a 1988. Menos publiscitada fue la asistencia americana muy substancial provista por 1) el forum de Negocios Iraqui-americano, establecido en mayo del 85 con muchas corporaciones como miembros; 2) la firma de consultoria Kissinger y Asociados, que contaba entre sus miembros a Brent Sowcroft (Vonsehero de Seguridad Nacional), Lawrance Eagleburger (n.2 del departamento de Estado) y Lord Carrington -y 3) El grupo Bechtel, con tales exalumnos como George Schultz (secretario de Estado) y caspar Weinberger ( Secretario de Defensa). Bechtel ganó el contrato para construir el complejo PC2, cerca del Al- Mussiyib para la producción de gases precursores y de óxido de ethileno.

Esta estrecha relación explicaría la ceguera en los incidentes señalados anteriormente, aun cuando fue más claramente de deletreada por Geoffrey Kemp, jefe de la sección Oriente Medio del Consejo nacional de Seguridad, cuando dijo: "No es que quisiéramos que Iraq ganara la guerra, es que no queríamos que perdiera. No éramos tan ingenuos. Sabíamosque (saddam Hussein) era un hijo de puta-- pero es que era nuestro hijo de puta".

 

Tal es la situación con que entramos a 1990. En el gran cuadro de los sucesos mundiales, la détente conducía inevitablemente a recortes en los gastos de defensa. Loos EEUU no eran una excepción: una propuesta de recortes en los gastos de defensa debía proponerse al Congreso en septiembre; y era casi presumible su aprobación por la mayoría demócrata, preocupada por el enorme déficit del país. Tras ocho años de guerra, Irak se encontraba fuertemente endeudado, pero muy alerta respecto a que un alza del precio del petróleo podía restablecer su crédito. Para determinar esta alza de precios, comisionó un estudio por parte del Washington Center for Strategic and International Studies. Como resultado de este ,estudio, y con la comprensión tácita del gobierno norteamericano, se aconsejó un precio de 25 dólares por barril . Con ese número en mente, Irak trató mediante insistencias y amenazas militares, de persuadir a los socios de OPEC a acceder a este precio: sin éxito. Su principal oponente en estas materias era su vecino, Kuwait. Debido al hecho de que Irak había amasado sus tropas en la frontera con su territorio, y que una vez más reclamaba su "provincia", parecía como que la oposición de Kuwait en la cuestión del precio era inpolítica e ilógica, y por eso, algo enigmática. Pero así era. Irak decidió matar dos pájaros de un tiro: invadiría Kuwait sobre la base de sus justos reclamos, y así estaría en condiciones de imponer el alza de precios del petróleo. Sin embargo, antes debía obtener luz verde de parte de la potencia en la región, América, y en razón de sus recientes buenas relaciones con ese país (quizás mejor que nunca ejemplificadas en el informe del secretario Asistemnte John Kelly al Congreso, en febrero del 90, cuando de regreso de sus conversaciones en Bagdad, describió a Saddam Hussein como "la fuerza moderadora" en la región) -no previó ningún obstáculo desde ese rincón. A fines de julio, se le da en efecto luz verde a Irak por parte de la Embajadora de los EEUU en Bagdad, April Glaspie. El 2 de agosto Irak invade Kuwait. En vista de la inclinación de los EEUU a usar fuerza militar en situaciones como ésta (Corea, Vietnam, Líbano, Grenada, y Panamá), y teniendo en vista la efectividad de amenazas previas de Gran Bretaña de recurrir a la fuerza, en circunstancias similares de aquellas que forzaron a los EEUU en 1990,, viene a ser perfectamente lógico deducir de la reacción aparentemente aberrante de los EEUU, que en esta ocasión quería que Irak efectivamente invadiera.

Esto plantea una pregunta,¿por qué EEUU quería esto ? Esto a su vez es petición de principio, la clave seguramente estaba en el CENTCOM (Comando Central), una fuerza militar cde despliegue rápido que había evolucionado desde mediados de los 80s desde una más temprana Fuerza Conjunta de Despliegue Rápido formada por Carter en 1979, para tratar la situación en Irán. Esta nueva fuerza, CENTCOM, estaba construída para apoyar la nueva estrategia del Péntagono de golpear rápidamente con fuerzas de aire, mar y tierra a un área que servía de objetivo, un área tal como en este caso la crucial región del Golfo. Esto reclamaba de bases desde donde fueran rápidamente accesibles las necesidades logísticas para tal fuerza --idealmente en la misma área objetivo. Sin embargo, la volátil situación del Golfo determinó que el número inadecuado e ineficiente de tales bases ( en Saudi arabia, Oman y Bahrain) no pudieran ser fortalecidas. Entonces, debían ser aumentadas mediante 1) bases que ya disponían como Turquía y Diego García (en el Océano Indico)- y 2) otras suplementadas por "Sobre el Horizonte", bases de acceso contingente, mandadas por personal especial- en Kenya, Somalia y Egipto. Sin embargo, el Pentágono estaba agudamente prevenido de que éstas últimas no eran un substituto adecuado de bases más próximas al área objetivo, por razones logísticas bastante obvias.

 

La invasión de Kuwait proporcionó a los EEUU de una excusa para establecerse con sus fuerzas en el área objetivo --el Golfo--, junto con sus aliados en la Alianza del Golfo, desplegando una fuerza militar substancial a los días de la invasión. Los planeados recortes en la Defensa fueron dejados de lado, naturalmente, por el Congreso (para alegría de la industria de guerra) -y la guerra estalló unos meses después. Bajo el comando del General Schwartzkopf del CENTCOM (que incidentalmente había dirigido la invasión a Grenada en 1983) lo0s aliados sacaron a los Iraquíes de Kuwait --pero no más allá. Haber invadido a irak para destruir la infraestructura militar, no sólo habría acarreado grandes riesgos, sino que más pertinentemente, habría privado a los EEUU de una razón suficientemente convincente para persuadir a los estados árabes que era necesario que una fuerza militar substantiva de los EEUU permaneciera en el área para protegerlos de un Irak que todavía constituía una amenaza.

El que al menos estaban jugando un doble juego en la conducción de la invasión, se confirma por la publicación en Octubre del 90,de una carta confidencial escrita por el Brigadier al-Fahd (Director del Departamento de Seguridad de Kuweit) en noviembre de 1989 a su Ministro del Interior, conscerniente a una reunión secreta en Langley, Virginia, a la que habría asistido con William Webster (Director de La CIA), en la que en general habría manifestado su aceptación en cooperar. La carta continuaba: " estamos de acuerdo con la contraparte americana que es importante sacar ventajas de la situación económica en deterioro en Irak a fin de presionar al gobierno de ese país a delinear nuestra frontera común.. La CIA nosmdio su opinión sobre los medios de presión más apropiados, y afirmaron que una amplia cooperación se iniciaría entre nosotros, bajo la condición de que tales actividades sean coordinadas al más alto nivel." (Y esto en una ápoca en que las compañías norteamericanas concluían una serie de convenios en Irak!) De aquí se puede desprender por qué Irak tendría esa actitud un tanto enigmática hacia Irak antes de la invasión. Y declara, como lo dijeron los americanos, que habían sido sorprendidos sólo puede verse como duplicidad cuando todo esto se ve en el contexto de los frecuentes encuentros de sus servicios diplomáticos y de inteligencia en el Medio Oriente en el período de la segunda posguerra.

 

Toda síntesis racional de los acontecimientos que llevaron a esta crisis --como se ha señalado-- lleva inevitablemente a dos conclusiones: 1) que los EEUU permanezcan en el Golfo en pie de guerra, a fin de reafirmar su hegemonía sobre los intereses petroleros, en una de las regiones más críticas; y 2) América no sólo usó la invasión a Kuweit como un pretexto para alcanzar este objetivo, sino que también manipuló las circuntsancias que rodearon la confrontación Irak/Kuweit --asegurando de este modo la inevitabilidad de la invasión. En otras palabras: un "sting". Como se sabe muy bien, este es un modo de operar que cumple un papel importante entre las agencias del gobierno de los EEUU: agencias que trabajan bajo la autoridad de la Presidencia, un puesto que entonces tenía George Bush, que como uno de los fundadores de la contratista en extracción de petróleo Zapata, era a la vez un ex petrolero y un ex Director de la CIA.

 

Cualquiera que sean las dudas que abriguemos sobre diversos aspectos de la crisis, hay un hecho sobre el que no caben dudas, y es que las industrias de guerra y del petróleo salieron beneficiadas con la crisis. Por ejemplo, en el caso del petróleo, el Grupo Bechtel, la compañía constructora especializada en petroquímica, co-fundada por la Stephen Davidson Bechtel Sur y John McCone (director después de la CIA bajo Kennedy y Johnson), y embellecido por ejecutivos tan poderosos como George Schultz y Caspar Weinberger, se aseguró lucrativos contratos con la reconstrucción de Kuweit- que antes de la guerra ya habían terminado! Es pertinente anotar aquí que a fines de los 70s, y en orden a ganar contratos muy lucrativos con los Saudi para construir tanto la ciudad industrial de Jubail (US$30 billones) y el Aeropuerto Internacional de Riyadh (US$3.4 billones), Bechtel debió separar la para el Príncipe Mohammad ibn-Fahd al-Saud, como parte en el trato- un 10% del interés de la Arabian Bechtel Co.Ltd.

 

En cuanto al armamento: si no hubiera más, la guerra al menos probó una capacidad para producir en todas partes un crecimiento convincente en las ventas de armamento mortífero y de alta tecnología, jamás vistas por el público, aún cuando se reveló también que estas armas "quirúgicas" y de alto poder, quedaron cortas respecto a lo que de ellas se esperaba. Sin embargo, al menos como custodios de tan potentes armas, los americanos pueden percibirse como invencibles en un campo de batalla convencional, de ahí también el rabioso resentimiento y la frustración de los fellaheens exacerbados por la guerra --que habría de aislar todavía más a sus autocráticos sheiks y emires, y fomentar revueltas a la Jumeni contra esos mismos sheiks/emires. En tal situación se mostraría lo inadecuado del contrato de fuerzas mercenarias tales como los soldados de Corea del Sur, que llegaron bajo la sobertura de "obreros de la construcción", bajo los Saudis a fines de los 70s, a fin de proteger las instalaciones petroleras de la familia Saud (un contrato que tuvo como intermediarios a los norteamericanos). Aquí yace una de las principales razones de los EEUU para mantener una fuerza de ataque en el Golfo, usando para eso como excusa la no adhesión de Irak a resoluciones de la ONU; las corporaciones petroleras, muy inmiscuidas en esto, dependen también de la estabilidad consagrada en la existencia misma de los Sheiks/emires en la región, y mientras no se desarrollen reservas en otros lugares, como las Falklands en el Atlántico Sur, o en otros lugares, para reemplazar a las del Golfo,es interés americano asegurar mantener aquí un alto perfilo de presencia militar, el CENTCOM, como contensión de cualquier amenaza potencial a sus protegidos. Por supuesto que se dan muchas analogías entre el rol del CENTCOM en el Medio oriente y el de la NATO en Europa.

Como conclusión: más allá de miles de palabras a propósito de la Crisis del Golfo, que han sido vertidas por políticos, periodistas y corresponsales en los últimos siete años, una característica depresiva se mantiene: la muy frecuente omisión de la única palabra que define consistentemente el eje de la cuestión: PETRÓLEO.

 

Bibliografía

Adel Darwish & George Alexander,Unholy Babylon (Victor Gollanz,91

Anthony Sampson , The Seven Sisters (Hodder & Soughtn,75)

Kenneth R.Timmerman,The Death Lobby (Bantam Books,92)

Pierre Salinger & Eric Laurent, Secret Dossier (Penguin,91)

Bob Woodward,Veil (Headline,98).

 

(Traducción para Globalización del artículo de Alfred Mendes, "The Gulf Crisis Re-examined". N.23 de Common Sense, Journal of the Edimburgh Conference of Socialist Economists,July 1998.pp.5-13.