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BOLIVIA: DE LA OFENSIVA SEPARATISTA DE LA DERECHA A LA RECONFIGURACIÓN DEL PODER DESDE LOS MOVIMIENTOS

Jorge Lora Cam


-Tu me has de acabar de pesadumbres…

-Yo ya no tengo paciencia para aguantar todo esto…

-Bastantes advertencias te di…

-Si tu quieres nuestra ruina puedes echarte a dormir.

(Mensaje de Micaela Bastidas a Túpac Amaru cuando en 1781 cercaba Cusco)

En 1781, el jefe rebelde entróen el Cuzco. Entró encadenado, apedreado, insultado.

Eduardo Galeano, Espejos, p. 161-162.

Despues de casi mil dias de Gobierno, cuando UNASUR obliga a los separatistas a deponer las armas, en el espacio palaciego pareciera que acaban de descubrir que las minorias tienen que acatar lo que deciden las mayorías; en realidad, al señalar esto le están diciendo a los dueños de la media luna que dejen de aspirar a gobernar el territorio nacional a cambio de gobernar sus regiones. El pueblo indígena y los trabajadores por primera vez intentan ser mayoría política y tener capacidad de decision, pero la oposición a que se logre viene de varios frentes, amigos y enemigos. Está en la memoria el que siempre los indígenas fueron mayorías rebeldes o sumisas pero divididas y sometidas por el poder, que mientras amenazaban con acabar con los q·aras, éstos actuaban destruyendo sus proyectos liberadores.

Y la historia se repite como farsa y podría seguir ocurriendo. Las minorías inventaron e impusieron a los negociadores de las mayorías los dos tercios, las listas plurinominales, las autonomias, la disputa por el IDH, la capitalidad de Sucre, las demandas de los minusvalidos, mientras acumulaban fuerzas, se legitimaban y se preparaban para la insurrección. Y no obstante su azarosa última derrota esas minorías continuan imponiendose sobre las mayorías; ahora pretenden reformar el proyecto de Constitución en un arreglo entre poderes institucionales dejando a un lado la Asamblea Constituyente y al Congreso en pleno. El Gobierno ha tratado de ocultar su ineficacia con movilizaciones que si bien tuvieron la virtud de mantener al pueblo en movimiento, dejaron que esas minorias nacionales se hagan mayorías regionales y que humillen, dobleguen, ridiculicen y hasta pisoteen a los pacifistas indígenas y hasta las policias de origen indígena. El juego liberal tiene sus límites y abusaron de él, todo lo apostaron a crear un Nuevo derecho para una incierta nueva realidad. Concentraron a líderes e intelectuales en variados recintos y desmovilizaron al país, las organizaciones sólo debían moverse cuando sus representantes se lo pidan y también dejar de hacerlo cuando los estategas del ejecutivo así lo consideren.

Es necesario profundizar en el análisis de la situación política boliviana porque el provenir puede sorprendernos, como le ocurrió a Tupac Amaru II. La sociedad boliviana en tiempos de crisis política puede verse al desnudo y a veces no queremos ver lo que ella nos muestra. No creemos que sea muy relevante discutir si se trata o no de una revolución, si vivimos una nueva etapa de los movimientos sociales, o si éstos se caracterizan por la horizontalidad, por el autonomismo, por el rupturismo o por su articulación al Estado. Es más prudente ver como se desarrolla el proceso de lucha y luego sacar algunas conclusiones provisiorias, sabedores de las enormes dificultades para teorizar sobre una totalidad en rápido movimiento. No obstante hay algunas constantes dentro de los significativos cambios cotidianos. En los últimos hechos nuevamente podemos apreciar como la oposición condujo a su antojo la dinámica del conflicto, manejó la lucha étnico clasista, manipuló la memoria y los imaginarios, mientras que el Gobierno sin capacidad de reacción perdía autoridad, sólo atinaba a desmovilizar y contener a los indígenas que encabezan la defensa de la unidad nacional contra los planes imperialistas de recolonizar en base a la escisión del país.

El ejecutivo, metafóricamente, ha sido el cemento de la derecha, y con su comportamiento político ha reactivado el viejo sistema de partidos, a los políticos de AND-MIR-MNR, la political neoliberal y el estado de derecho neocolonial; ha consolidado la identidad cruceña y de la media luna. La derecha de haber seguido su instinto político y recurrido a su politicidad en lugar de obedecer a las directivas de la Oficina de Iniciativas de Transición (OTI) de la USAID y del siniestro Embajador norteamericano –con su prontuario de haber destruido a Yugoslavia y de dividir Bosnia-Herzegovina en 1995 primero, para más tarde en el 2006, propiciado la escisión de Kosovo de Serbia junto a la CIA— quizas las cosas hubiesen sido distintas. Estos graves desaciertos permitieron que el Gobierno avance en su legitimación, recupere la iniciativa e imponga autoridad, aunque en su inercia –otra vez- deja de lado la lucha por la contrahegemonía; más le preocupa seguir la dinámica de la toma del poder que desarrollar el antipoder y la creación de contrapoderes.

El descubrimiento de las estructuras y funcionamiento de los poderes regionales, tras la formalidad democrática, a raíz de la masacre de Pando podría modificar la estrategia gubernamental respecto a los poderes regionales. Dirigentes del MAS reiteradamente plantearon, antes de llegar al Gobierno, la impostergable necesidad de destruir el latifundio e investigar el origen de fortunas, que de haberse hecho, de seguro hubiese cambiado la correlación de fuerzas y llevado a pensar las estrategias de poder de modo distinto. Todos sabían que unas pocas familias de Criollos con otras de origen extranjero (japonés, alemán, libanes), controlaban y operaban todas las dimensiones del poder regional, pero no se conocía como el propio Estado las financiaba y potenciaba su capacidad de escindirse.1 Y entonces surge la pregunta: ¿será que el Gobierno actúa solo desde la experiencia en la lucha social, la administración de ONG y supuestas teorías políticas? ¿Estará prohibido que los servicios de inteligencia, las universidades, los centros de investigación, las ONG, investiguen temas que realmente sirvan en la definición de estrategias de poder?

La derecha no quiere una alianza con el Gobierno, se resiste a negociar sus estatutos y aceptar la nueva Constitución, sabe que con ello podría perder lo avanzado. Gracias a mil días de amenazas sin acciones antipoder y contrahegemónicas desde el Gobierno, el proyecto y lealtades de la derecha se ha consolidado. Ello se evidencia en los últimos sucesos: primero fue el mensaje abiertamente separatista del Comité Cívico y la CONALDE y el vandalismo de los lumpen-paramilitares asaltando y destruyendo locales de las instituciones más importantes. Después fue la masacre de El Porvenir para destruir la potencialidad revolucionaria de los campesinos. Más tarde vimos la intolerancia a la diferencia y el rechazo a lo indígena, que no es más que la exteriorización del autorechazo a lo indio que sectores del comité cívico y la nación-camba llevan dentro de sí, es el autoracismo no racionalizado que es presentado como exterior a ellos. Es espeluznante ver por la TV a los ideólogos Antelo o a Carlos Valverde, o a la dirección de la Falange Socialista, fuera de sus casillas, acusando de traición a PODEMOS y a Costas-Marinkovic por no dar la lucha armada y para convocar al exterminio de los indios que cercan Santa Cruz; esas imagenes nos permiten entender porqué se dificulta tanto establecer un pacto y cogobernar con ellos, como quiere la centroizquierda gubernamental.

En el otro lado de la trinchera están los campesinos indígenas de todo el país tratando de imponer su poder y su dignidad frente a un nuevo agravio, sangriento contra sus hermanos de El Porvenir; antes fue Sucre, en Santa Cruz y en otras ciudades. Ellos asumen que tienen el Gobierno y un proyecto indígena en la nueva Constitución –aunque cada vez más mediatizado- y rechazan un nuevo vejamen. Su respuesta fue marchar y sitiar Santa Cruz en custodia de las instituciones gubernamentales -que antes eran ajenas y herramientas de dominio- que dentro de sólo lo posible, estaban haciendo algo por ellos y que por ello fueron destruidas, con sus expedientes y la memoria escrita de sus trámites por la tierra. Hoy piden que aunque sea sin expedientes se les arrebate la tierra a los grandes terratenientes y que se vayan del país, y que del mismo modo se les legalice sus propiedades.

La Corte Suprema, los colegios de abogados, senadores, Comités Cívicos de la Media Luna, la Unión Juvenil y personajes del poder de la derecha exhiben su verdadera naturaleza clasista y el grado de consolidación de su fidelidad al salir en defensa del Prefecto genocida Leopoldo Fernandez, sin emportarles la vida y ni siquiera la legalidad. Ante las marchas campesinas, de colonizadores, mineros hasta Santa Cruz, 60 fiscales tratan de detenerlos, cuando nada hicieron cuando las bandas fascistas de la unión juvenil destruían las instituciones públicas. Los consorcios mediáticos –de los grandes empresarios- también se despojan de los velos de neutralidad en uso y desatan una violencia simbólica irresponsable, llamando a la represión campesina y presentando a los personajes más racistas e intolerantes llamando a la guerra, aunque hayan perdido toda capacidad de control e influencia en la opinión pública, de manipulación sicológica.

Es muy simplista decir que ganó alguno de los contendientes, que se acabó el poder dual o el empate catastrófico, la mentada bifurcación, en favor de tal o cual sujeto. Las luchas continuarán y eso parece obvio. Para empezar, la gran pregunta de los intelectuales y analistas políticos es si Bolivia ha estado frente a un intento de golpe de Estado, una insurrección separatista o simplemente fue un levantamiento oriental y de la Media Luna en favor de la autonomía y el monopolio sobre la tierra. Nosotros pensamos que tuvieron algo de todas ellas, representadas por los mismos o diversos sujetos. De hecho, para algunos de los líderes de la derecha fue una intentona de separatismo y que constituyó parte de un plan orquestado por los Estados Unidos junto a las prefecturas y comites Cívicos, logias y fraternidades, los de la Nación Camba, universitarios barbarizados, mujeres conservadoras. Para otros, sin embargo, no fue un proyecto totalmente compartido: sectores de los partidos, de los empresarios, de la iglesia y algunas autoridades políticas y organizaciones populares de base no compartían esta radicalidad pero aceptaban la dirección del Comité Cívico por ser parte de redes y tejidos -que con conciencia o sin ella el Gobierno alimentó y dejó crecer- que se constituyeron en el último lustro.

Los sectores de ultraderecha presionaron permanentemente a las direcciones de los sectores a no establecer ningún dialogo y convocaron al enfrentamiento y a imponer la civilización occidental y cristiana por la fuerza. Hasta ese momento habían logrado juntos controlar una macroregión con su expresion en la CONALDE, polarizar al país sobre bases racistas, tomado instituciones, logrado pactos con sectores de las Fuerzas Armadas, organizado paramilitares, movilizar a la población de algunas ciudades, atacado y asesinado a líderes de organizaciones populares, destruido medios de comunicación comunitarios; pero el golpe abortó debido a que todos no avanzaron al mismo ritmo, ni todos tenían la misma convicción separatista. Leopoldo Fernández el dueño de tierras y vidas en Pando –modelo de dominación caciquil y patrimonial compartido por Suárez en el Beni y Marinkovic y las logias en Santa Cruz: una region sin collas— que había sido antes denunciado por crear centros de entrenamiento paramilitar con mercenarios brasileros, peruanos y colombianos fue quién dio el ejemplo y cumplió con lo acordado, mientras que los militares temerosos de la desobediencia de los soldados indígenas, de oficiales leales y la reacción popular, se encontró con una inusitada resistencia popular desarmada en el resto de la Media Luna que lentificó el proceso y no se atrevieron a asesinar dirigentes gubernamentales y disidentes del proyecto autonómico de los poderosos gamonales. Los desacuerdos no son nuevos y el referendum revocatorio fue un parteaguas, ante la aprobación por el Senado se dio una ruptura entre los Comités Cívicos de la Media Luna y el principal partido de la derecha: Podemos. Después algunos prefectos aceptaron ir al referendum y otros no, para más tarde aceptar todos a desgano con la incertidumbre de ser derrotados.

Para unos había que impulsar el golpe separtatista y para otros aterrorizar y antagonizar a la sociedad. El fracaso del ensayo de golpe o asonada fue más por la precipitada acción del Prefecto de Pando y el pronunciamiento de UNASUR que por las acciones gubernamentales. Constatamos otra vez que los avances del Gobierno más se deben a los errores de la derecha que a los aciertos de aquél. Un merito gubernamental, sí es haber unido a los indígenas ante una manifiesta desprotección. Se abre un nuevo momento histórico donde las potencialidades se objetivan en un pueblo armado que ya no espera el paternal cobijo y quiere mostrar su enorme fuerza. La marcha a Santa Cruz fue una manifestación explícita de su poder y derecho a caminar por su país, de condena a la masacre de Pando, un mensaje de violencia simbólica de que no los vuelvan a agredir porque las marchas pacíficas pueden ser violentas. Evo los persuadió –como muchas veces antes- a retirarse para que sin presiones, que evidencien la ridícula debilidad estratégica de los líderes de la asonada, firmen el pacto.

EL proyecto estratégico y planes integrales y sistemáticos orientados al derrocamiento de Morales son similares a los que está usando la derecha latinoamericana. La derecha es unificada y dirigida por los Estados Unidos orientando sus acciones al control de la sociedad civil y particularmente de la juventud, division de las Fuerzas Armadas, monopolio de la información, al uso de paramilitares, bloqueos, sabotajes y acciones terroristas, utilización del racismo para polarizar al país, traslado de asesores extranjeros en cuestiones militares y en segregar territorios, control de poderes estatales e instituciones: Judicial, ejecutivo, congreso; magnicidio y golpe de Estado, todo ello disfrazado con la lucha por las autonomías, la decmocracia y el Estado de Derecho. Sabemos que Estados Unidos nunca ha respetado la democracia y sigue actuando sobre el conjunto global y regional. Siempre tuvieron planes alternativos, si no funcionaba el A recurrían al B y así sucesivamente.

En América Latina hacen actuar todos los actores preparados, subvencionados por ellos y lo hacen en todos los planos y niveles. El problema radica en que lo hacen con modelos para realidades similares pero muy diferentes en lo social, cultural, colonial, étnico-clasista, etc. Lo que funciona en Serbia, Kosovo, Colombia, Perú o Venezuela no siempre sirve para lo que ocurre en Bolivia. Por ejemplo, la extorsión paramilitar a las grandes empresas trasnacionales y empresarios que funcionó en Colombia a cambio de protección de la violencia política, no cuajó en Bolivia donde se habrían seleccionado 40 grandes empresas trasnacionales y nacionales para que aporten a la aventura golpista, de las cuales muchas no quisieron aportar por carecer de una amenaza directa de los movimientos sociales o del Gobierno. Para cualquier país, las tácticas son las mismas: campaña mediática, satanización de Morales y Chávez por una supuesta vinculación al narcotráfico y al terrorismo; boicot desde fuera del gobierno (desabastecimiento, guerra mediática, agentes provocadores, violencia urbana, especulación) y desde el gobierno, por medio de la quinta columna contra-revolucionaria que allí aún queda en la burocracia, por asimilación de ex miembros de partidos de la derecha y otros intelectuales y líderes del MAS con antecedentes, caracterizados por corrupción, traición, ineficiencia, impunidad.

El proyecto agroexportador etnicista y racista de los terratenientes cruceños tiene límites históricos y políticos y merece una mayor explicación. Dos elementos lo marcan y limitan: el primero es que los poderes regionales se autolimitan en su propio territorio y se basan en el ocultamiento de las fuertes contradicciones internas. El segundo es el haber recurrido a crear inseguriosdad, inestabilidad, confusion y pavor, violentado su propio estado de derecho, creando un miedo que recorre su memoria y se traduce en odio y terror. 1. Frente a los collas (quechuas y aymaras) y en menor medida a indígenas del Chaco y del Oriente: en particular a los ayoreos y chiquitanos. 2. Contra el Gobierno porque éste quiere construir un Estado-nación, que al pretender monopolizar el poder ya le ha quitado prerrogativas sobre el manejo económico del Estado y pretende ir por más. 3. Espanto ante el cambio de modelo agroexportador basado en los agronegocios, en la exportación de soya, el alquiler de tierras, la flexibilidad laboral, los transgénicocos y los biocombustibles. Dos años atras querían autonomía asimilando a los migrantes e impidiendo más migraciones de occidente, después ya no pudieron seguir simulando y muchos optaron profundizar la etnitización de diferencias, por la autonomía sin migrantes. Por ello se construye un mundo de diferencias, de polarización donde ellos y la región son las víctimas del centralismo, del racismo, de la exclusión y así consiguen apoyo popular. Desde allí, utilizando los medios bajo su control (6 canales y otros tantos diarios, más las emisoras radiales) recurren a construir más distinciones: la defensa de la tradición carnavalera, de la música orientral, al conservadurismo religioso, a la belleza de sus mujeres, a símbolos, vestimenta, formas lingüísticas, también le sirven los conceptos liberales y se presentan como guardianes del Estado de Derecho y la democracia. Todos los intrumentos son buenos incluyendo la presión a los migrantes para que se definan y se despojen de sus valores y viejas lealtades históricas, de su predilección por las chicherias, la masticación de coca, la música andina, sus rituales y festividades, etc. Serán aceptados sólo como mestizos, morenos, indohispánicos y les reclaman fidelidad que puede ser demostrada en la aceptación de la historía de los vencedores, en luchar por las autonomías y asimilarse en la unión juvenil cruceñista para combatir a los avasalladores y demostrarles con acciones humillantes que no son humanos ni tienen dignidad.

En una macro región donde los migrantes de occidente son por lo menos un 50%, estaban jugando con fuego. Santa Cruz, Cobija, Trinidad, Sucre y Tarija no son Kosovo o Servia y el modelo de Goldberg sólo traera violencia y desprecio a los líderes regionales de la derecha. Las tres ciudades primeras son manejadas por logias de terratenientes y saqueadores que sólo quieren impedir la reforma agraria y manejar los ingresos estatales para sí. No obstante que Sucre se mueve más por el mito de la capitalidad y Tarija por el IDH.

Los Estados Unidos en su historia imperial tienen un prontuario no sólo de saqueo y violencia colonial, sino de crear países, de dividirlos. El complot se organiza desde los niveles más altos de decisión imperial. Intervienen la CIA, la USAID, las embajadas, la DNI, el DIA, la DEA, el Comando Sur. Personajes como Thomas Fingar, Subdirector de la Dirección Nacional de Inteligencia (DNI), John Kringer, Director de Inteligencia de la CIA y por Robert Cardillo, Subdirector de Análisis de la DIA Departamento de Inversiones para América son los principales conspiradores y financiadores de los planes desestabilización en Cuba, Venezuela, Bolivia, Nicaragua, Argentina y Paraguay. Las embajadas y USAID utiliza las instituciones sobre todo privadas para ejecutar sus planes y canaliza el apoyo incluso con anuencia gubernamental y participación de jóvenes del MAS. Utiliza a empresas como la consultora Casals & Associates, Inc cuya presidenta es la cubana Beatriz C. Casals, ligada a la mafia cubana de Miami y también a las prefectutras y ONG. Desde el 2004 dicha Consultora actúa en Bolivia y en estos años repartió 18.8 millones de dólares a más de 450 organizaciones para sabotear las iniciativas de la Asamblea Constituyente, fomentar el separatismo e influir en comunidades indígenas y en la juventud socavando el respaldo de éstas al actual gobierno. En toda América Latina, reparten dólares para ONG y organizaciones políticas y socials.

Muchos de los planes en los que actúa el gobierno estadunidense en el continente son financiados por la USAID. Además del financiamiento de la derecha continental, una de las importantes líneas de acción de la USAID es destinada al apoyo de organizaciones políticas y sociales que tengan un discurso de izquierda, sea para oponerse a los gobiernos antiimperialistas - para confundir a las masas e intentar presionar a esos gobiernos entre dos oposiciones, una de derecha y otra aparentemente de “izquierda”, y con eso, simular su aislamiento político - sea, en algunos casos, para crear alternativas contrarevolucionarias. Gente como Filemón Escobar y otros exizquierdistas ya son funcionarios de USAID. Ellos saben que, actualmente, el financiamiento más importante de la USAID va para el separatismo. Aunque prácticamente todos los países tengan problemas históricos de separatismo - debido a las guerras coloniales e imperialistas, el exterminio de los pueblos y naciones, la anexión de territorios, los regionalismos, los prejuicios, la actuación del imperio en nuestro continente se resume a los tres países donde más avanza la lucha de clases y el separatismo: Bolivia ( Santa Cruz y la “Media Luna”), Ecuador ( Guayaquil) y Venezuela ( Zulia). La presencia de Philip Goldberg no es casual, en realidad es parte de un plan concreto para provocar en Bolivia y países vecinos lo mismo que hizo en Yugoslavia, balcanizarlos. En los departamentos de Santa Cruz, Beni, Pando y Tarija, se concentran las mayores riquezas mineras, agropecuarias e hidrocarburíferas. Golberg pretendía utilizar su criminal experiencia para frenar o destruir el proceso de cambio y mantener bajo su control el petróleo, el agua dulce bajo las arenas del Chaco y la biodiversidad de los bosques amazónicos, recursos que escasearán en el futuro próximo

Sus prefectos se han convertido en activistas de terratenientes y trasnacionales, impulsando el odio contra las nacionalidades y pueblos indígenas. No creemos que el problema central radique en que no soportan a un gobierno dirigido por Evo Morales por ser indígena, si no por sus amenazas de revolución agraria y redistribución del poder. El rechazo al indígena fue sólo un instrumento de polarización. Derrotados en su campo, el democrático burgués, al resultar inservible como mecanismo de dominio había que ensayar otras opciones. Con el triunfo masista en el referendum revocatorio el juego de la democracia burguesa, no es ya del interés de los políticos afiliados al neoliberalismo y ahora sólo buscan derrocar al gobierno por cualquier medio para reinstalar ignominiosos tiempos en una parte de Bolivia. La ofensiva es parte de la expansión general del capitalismo contra los avances de los movimientos y trabajadores a nivel global. Si bien su causa primera ha de buscarse en Bolivia y al interior de la región, no debemos olvidar la cuestión decisiva del agotamiento del largo ciclo expansivo capitalista de alrededor de cincuenta años –en parte gracias al neoliberalismo- la financierización y el dinero barato, la nueva economía, la economía inmaterial, el globo financiero-inmobiliario, el keynesianismo militar y el nuevo regulacionismo, los bajos precios de las energías, etc.-, que ahora parece que toca a su fin. Lo que sí está claro es que el imperialismo se enfrenta a problemas nuevos y a problemas clásicos pero enervados al máximo, como el de la lenta pero persistente caída de la tasa media de ganancia a nivel mundial, la explosión de la hiperburbuja financiera, que es más decisivo de lo que se cree. La disputa por los recursos con otras potencias los conduce a una mayor agresividad.

La derecha gracias al mito de la nación camba y a la bandera de la autonomía han logrado controlar prefecturas, comités cívicos, crear la CONALDE, controlar gremios empresariales y de terratenientes, corromper dirigentes, trabajar con la juventud universitaria, etc. El neoliberalismo de antes, lo mismo con el de Evo, fue una fuente de corrupción de los poderosos que los enriqueció como comisionistas de trasnacionales y la aproiación de tierras y recursos. Desde esta base consiguieron hegemonía y una amplia legitimidad. Pero más sin embargo, la opción de los principales dirigentes de los Comités Cívicos del Oriente por defender sus tierras y de las trasnacionales por reconquistar los recursos naturales los condujo a intentar el poder total en esas tierras o apostar por la separación, el instrumento fue exacerbar el racismo. La convocatoria al referendum revocatorio fue un error de ellos que sólo los condujo a la pérdida de dos prefectures importantisimas: Cochabamba y La Paz. Ante esta situación ensayaron el golpe cívico-prefectural para crear una nueva república utilizando el poder que les quedaba en la Media Luna legitimado por los referendos estatutario y revocatorio, pero no contaron con que su convocatoria al odio los llevaría a excesos que culminaron en la masacre de collas asentados en Oriente en El Porvenir. Esta acción provocó el repudio internacional sintetizado en la renunión y condena unánime por UNASUR y la perdida de un tercer prefecto arrastrando al propio Comité Cívico de Cobija.

¿Cómo fue el proceso de la asonada separatista?

Ante el fracaso del referendum con la pérdida de dos prefectos, el triunfo de Evo en 99 de las 122 provincias y el aumento de la votación en el oriente a pesar del fraude en Pando, el Gobierno Norteamericano recomienda quemar las últimas naves para desatar la escisión. Desde la última semana de agosto se dio inicio a los operativos de la asonada cuyos ejes feron: desconocer al Gobierno e implementar las autonomías departamentales, desarrollar una campaña de desinformación y antagonización de los conflictos. Desde el día 9 de septiembre se intensificaron las luchas: bloqueos de caminos, ocupación de las plantas petroleras y sabotaje a las exportaciones a la Argentina y Brasil, sembrar el terror entre quienes apoyan a Morales, toma de locales de las principales instituciones del gobierno central, cerrar las fronteras, destrucción de expedientes en impuestos internos y en las oficinas del INRA, uso de los medios para desatar el odio racista contra todo lo colla, atentados contra personalidades críticas sean del MAS o no, expulsion de jefes militares comprometidos con el Gobierno, ocupación de aeropuertos y terminals terrestres, acciones de paramilitarres para sembrar el terror y todo ello debía culminar con la ocupación de cuarteles y la secesión de facto. Volaron y quemaron intalaciones de emisoras radiales y retrasmisopras de TV en varios lugares de la Media Luna: Canal 7, Patria Nueva, Radio Alternativa. En Tarija tomaron la superintendencia de Hidrocarburos, migraciones, impuestos nacionales, el Servicio Departamental de Caminos, las válvulas de gas y el aeropuerto. En Cobija y en Trinidad tomaron las instalaciones del INRA y el Aeropuerto. Los pedidos de estado de sitio se iban generalizando y el Gobierno esperó hasta que hubo la masacre de El Porvenir para actuar y decretarlo en Cobija. Hecho que no altero las aspiraciones de un sector del Gobierno de redistribuir y conmpartir el poder. El emenerrista Mario Cossio fue el encargado de mediar en el asunto.

Los preparativos venían desde antes y se generalizaron con la convocatoria a cuatro referendos por la Presidencia: la constitución, tamaño de los ltifundios a ser afectados, elección de consejeros y de subprefctos. Dos eran los desafíos a la derecha: el primero, la ampliación del poder del MAS sobre las subprefecturas y Consejos departamentales y la amenaza de reforma Agraria. Está probado que cuando se habla de reforma agraria la derecha terrateniente se desespera y comete errores. De este modo ascendía la antagonización de la lucha étnico clasista. Luego de la humillación de campesinos en Sucre, el reiterado maltrato a dirigentes sociales y políticos, el impulso de acciones que simbolicen la perdida del miedo a las FFAA, la implementación de facto de las autonomías, la convoctoria a asambleas regionales como en el Beni, creación de parlamentos regionales, inició al terror racista contra todo opositor a las autonomías. La muerte civil se ensañó con el director del Colegio cruceño La Sierra, Alvaro Puente, que fue separado del cargo por su posición masista, pero en realidad fue por alzar la voz de los intelectuales sin voz que habían intentado ser acallados. Incendiaron las casas del Colanzi y el flamante Ministro Carlos Romero, el Cejis estaba en la mira y otras ONG gobiernistas por asesorar campesinos y porque de sus filas han salido por lo menos 6 ministros y el Vicepresidente. Liquidar a la oposición movimientos sociales congresistas, toma de instituciones. Tensiones: entre la defensa autonómica y el separatismo, uso de la violencia y Guerra civil o resistencia civil.

Sostenemos que esta asonada tuvo rasgos de un intento de golpe porque se desplegaron las capacidades de operaciones de control estratégico del poder territorial y de instituciones, recursos, información y fuerza paramilitar para ser empleadas en maniobras ofensivas tanto como defensivas de modo simultáneo para cumplir con el objetivo de incrementar la efectividad de su fuerza, exopandirse y proteger sus organizaciones y sistemas. Los objetivos de estas acciones fueron destruir los sistemas de entidades estratégicas para ellos, hasta el punto en que ya no puedan funcionar ni ser restaurados a una condición útil; es el caso de de los archivos y equipos de impuestos nacionales y reforma agraria. A través del control de los medios y destrucción de los de los opositores se trataba de interrumpir, falsificar, deformar el flujo de la información y la información misma; reducir la efectividad o eficiencia de los sistemas de comunicación del adversario y sus capacidades de recolección de información. Impedir a la burocracia acceder y utilizar información, sistemas y servicios críticos. Busca engañar a los adversarios a través de la manipulación de su percepción de la realidad, induciéndolos a creer en algo falso o sembrar información erronea o decepcionante.

También intentaban asesinar dirigentes –desde abril lo venían haciendo en Pando- y degradar la moral indígena y de los movimientops sociales, humillar y desvalorizar su valor humano utilizando el racismo. Asimismo, se trataba de reducir la calidad de las decisiones y acciones del adversario gubernamental o social. Influenciar sobre otros de comportarse en una manera favorable a las fuerzas armadas paramilitares. Las acciones de contraespionaje y captura de equipos e información sensible iban en ambos sentidos.

La massacre de El Porvenir fue providencial para el Gobierno, allí cambio la historia. Y el Gobierno gracias a las decenas de muertos y heridos pudo declarar estado de sitio en Cobija y recién darse cuenta que estaba frente a un tigre de papel. No salieron a las calles los Comités Cívicos ni en Cobija ni en Santa Cruz y la derecha se aterrorizó al ver que estaba terminando la impunidad. Debemos apreciar contradicciones internas en el Comité Cívico, Nación-Camba-fraternidades-logias-terratenientes, empresarios, políticos (rechazo a podemistas y unionistas).

La derecha aprovecho de la políticia del pacto, de las negociaciones y de la conciliación, que se traduce en una mezcla del viejo parlamentarismo, del control de unos poderes dejando otros incólumes en manos de la oposición incluyendo los medios y los Comites Cívicos. Pretendían inscribir esta asonada en la “guerra global permanente”, “guerra preventiva”, asimétrica, irrestricta y continua. Confiaban en formar parte de la brutalidad imperialista y su violencia saquedora en sus diversas formas, sumando los ejércitos “privados” a las bases imperiales en toda América Latina, pasando por la interacción entre guerras de diferentes “generaciones” incluida la “cuarta” contra las clases y pueblos insurgentes, en el mantenimiento del sistema imperialista.

Sectores de la derecha golpista considerando las escasas opciones de crear otro país, ahora piden al Gobierno de Bush que la Media Luna sea un protectorado de los Estados Unidos. No entienden que ya no estamos en el siglo XIX, que está resquebrajándose el orden y la disciplina militar impuestas por el imperio; ese orden que actúa consciente e inconscientemente en el seno de la sociedades latinoamericanas buscando su subordinación total, utilizando a sus agentes apoyados por los miles de soldados y mercenarios yanquis que actúan impunemente en las Américas, imponiendo su temporalidad imperial, exigiendo la máxima acumulación en el mínimo tiempo posible y la supeditación del obsoleto espacio material y del trabajo descalificado a las prioridades de los nuevos espacios materiales y simbólicos de producción y del trabajo cualificado que le es inherente. La IV flota es más que una “intervención militar” en el sentido normal del término, es una política general de reimplantación de la acumulación por desposesión en un momento de debilidad sobre las culturas y formas de vivir de los pueblos. Desde esta perspectiva, el desarrollo del capitalismo y sus crisis es inseparable del accionar interno de “lo militar” en su globalidad, aunque siempre considerando que en la economía bélica el aspecto clave de que la producción de armas si bien a corto plazo desbloquea la acumulación, a medio y largo plazo es un gasto improductivo, un despilfarro irracional que frena el proceso de acumulación ampliada de capital y puede desatar crisis mayores. Las sanciones económicas expresadas en la no renovación de las preferencias arancelarias ATPDEA, en base a la decertificación y la divulgación de ocultos o inventados casos de corrupción también sirven para sancionar la rebeldía y continuar con la desestabilización del país. Como lo dice el Gobierno norteamericano: han dejado de ser aliados. Suponemos que ahora si Bolivia dejará de enviar tropas a Haití, sabedores de que esa ocupación también es parte de los programas CIA-USAID.

Esto nos lleva a pensar que el ascenso de los grandes poderes criminales en cada país que incumplen sus propias leyes porque necesitan de la impunidad absoluta, que implementan espectaculares campañas de manipulación psicológica y propagandística, usadas intensamente por la industria político-mediática a escala internacional por cable y desatan el racismo – con sus raices en las relaciones coloniales del poder que vertebran y estructuran las mentalidades- readaptan con ingentes gastos nuevas técnicas de control, vigilancia, represión y exterminio. Mas aún si se enfrentan a una decidida movilización consciente de los trabajadores, que muestre en sus acciones una potencia tal que disuada a la derecha de cualquier aventurerismo. Los indígenas luchan en un contexto en el que bullen todas las contradicciones pasadas y presentes, materiales, simbólicas, culturales e identitarias posibles.

Errores gubernamentales que no entran al debate

Ante esta batalla perdida por los más recalcitrantes enemigos del cogobierno, por los adeptos a la secesion del país y constitución y otro que tenga como capital de la Media Luna a Santa Cruz bajo la dirección de la nación camba, no obstante las concesiones que se ofrecen en el diálogo creemos que la preparación para una nueva ofensiva de la derecha continuará. Si la descolonización, el etnicismo y el nacionalismo que fueron los instrumentos de convocatoria y cohesión están reducidos a la nueva Constitución, otros fracasos en su aprobación podrían conducir a que los movimientos decidan por cuenta propia, abandonen la obediencia y se decidan por medidas más radicales.

Sin embargo, sus puntos frágiles son muchos pero no han sido aprovechados por el Gobierno que no terminan de entender al Oriente y menos a Santa Cruz. Les cedieron la región y además los invitaron a cogobernar a compartir el poder hasta que llegue desde los movimientos sociales el momento de la bifurcación. Sus expertos en negociaciones detuvieron los procesos de cambio por conceder en demasía en lugar de enfrentarlos en su campo y en el de los movimientos sociales. En el primer caso, reiteramos, el Gobierno nunca tomó decisiones claves que hubiesen cambiado la historia: 1.La investigación de fortunas malhabidas; 2. Afectación del gran latifundio; 3. Política fiscal especial para los grandes propietarios y empresarios; 4. Dación de una ley sobre las regiones y autonomías departamentales; 5. Apoyo a los movimientos sociales y construcción de poder territorial; 6. Impulsar una política identitaria y cultural desde los migrantes andinos; 7. Aproximación a los cambas verdaderos y mestizos; 8. Intervención en las Fuerzas Armadas y en el poder judicial para modificar radicalmente las relaciones de ponder. En el plano de la civilización y la cultura andino-amazónicas nunca impulsaron su recuperación y en lugar de proponer la simbiosis de civilizaciones –que cree Edgar Morin haber descubierto, cuando Mariategui lo propuso hace 80 años2 -- apostaron solamente a la apología andina sin buscar sus fundamentos.

En efecto, en el Oriente viven indígenas, trabajadores, intelectuales, gente de izquierda, que rechazan y resisten el hegemonismo cívico y la violencia expresada en los medios y en el intento de eliminar al adversario con la muerte civil, el asesinato o la intimidación. Ellos no fueron incorporados al proyecto de cambio. Tampoco potenciales aliados que creen –al igual que quienes gobiernan el país- en la posible recuperación de los planteamientos ilustrados o personas que viven subvencionados por la ayuda internacional.

Con esas y otras medidas hubiesen impulsado a la oposición y dividido a la opinion pública autonomista y evitado su legitimidad, Santa Cruz y el Oriente no serían los mismos y la Media Luna ni la CONALDE se hubiesen fraguado. Al haber dejado avanzar esas posiciones la potencialidad de rebeldía autonomista quedó latente. Dos batallas perdidas no necesariamente dan como resultado la derrota final si no se les ataca en el cerebro. En lugar de construir poder social y político les cedieron todos los espacios y los intelectuales rebeldes y dirigentes fueron dejados a un lado o convertidos en funcionarios públicos. La precipitada covocatoria a la Asamblea Constituyente que pudo postergarse al menos por un año fue otro factor de dispersión de las fuerzas potenciales de construcción de poder. No olvidemos que el ingresar de lleno a la lógica electoral muchos dirigentes de base del MAS fueron candidatos en la contienda municipal, luego congresal y finalmente absorvidos por el ejecutivo. Y nunca hubo un impulso estatal para renovar cuadros y mas bien, al contener las luchas coartaban la producción de los mismos. El reiterado oprobio sobre los pueblos y movimientos los obligó a los mismos a independizarse relativamente del Gobierno y prepararse para la lucha.

Como sostiene Iñaki Gil de San Vicente:

La represión incrementada que sufren todas ellas, practiquen o no la violencia política de respuesta, no responde sólo a su lucha presente, y esto nunca debe olvidarse ni menospreciarse, sino también a su potencial de praxis cara al futuro que se aproxima, y que en muchas cosas es ya presente inmediato. Como sabemos, el imperialismo tiene aparatos dedicados exclusivamente a prever las tendencias evolutivas fuertes, las plausibles pero sobre todo las más factibles, y a adelantar estrategias y tácticas para intervenir en ellas con suficiente antelación. Desde hace varios años, el imperialismo está prestando mucha atención a los llamados “escenarios críticos” que proliferan por doquier porque por doquier surgen las resistencias activas o pasivas contra el imperialismo.

La soberbia de políticos e intelectuales centroizquierdistas es tal que no dudan en rozar la acusación de analfabetismo teórico a los sindicatos y movimientos sociales de liberación nacional que no se ciñen a sus directivas. Olvidan el principio de aprender de las masas que luchan, de sus innovaciones y aciertos, y, por el contrario, se sitúan encima de ellas e imparten doctrina, mientras el mundo real se dirige hacia combates aún más duros. Han perdido toda precaución metodológica ante la eficacia alienante y manipuladora del eurocentrismo, de las industrias político-mediáticas y ante el fracaso de las propias convicciones. Traen asesores del tipo Negri y otros que actuan bajo el viejo lema de si la realidad no coincide con sus deseos y versiones, peor para la realidad. Impusieron una visión claudicacionista al respecto, que terminó en colaboración con las fuerzas de oposición para destrozar físicamente a las fuerzas revolucionarias que se negaban a aceptar el monopolio burgués de la violencia. Una oposición práctica y teórica justificada con el argumento de que “no existen condiciones objetivas” para dar el paso a la “violencia de masas” y menos aún a la “lucha armada”. Olvidan lo sucedido contantemente en la historia y condujeron al país a un paso de que unos pocos paramilitares entrenados destrocen a palos, bates, golpes y balazos, sedes y locales sindicales, lugares de venta de prensa y libros de izquierda o progresistas, disuadan asambleas y reuniones de trabajadores y masacren manifestaciones enteras de los pueblos. Abandonaron la preparación suficiente y el mínimo entrenamiento en autodefensa popular. Los pueblos pasivos, acobardados e inertes, educados en el pacifismo y el liberalismo, golpeados y humillados se echaban a correr, desperdigándose y asumiendo una catastrófica sensación derrotista, de inutilidad de toda resistencia, de resignación ante lo que se avecinaba. La descarada opción procapitalista condujo -con diversa responsabilidad- al pacifismo suicida teórica y políticamente fundados, con argumentos sobre la necesidad táctica de posponer la lucha revolucionaria en salvaguardia de la “democracia”. Se impuso una mezcla de amnesia social, ataque mediático y mentira descarada. Los burócratas prefirieron ponerse al servicio del capital, desmovilizar a los pueblos que aún seguían creyendo en ellos y ayudar a reprimir a los revolucionarios. Desarmaron teórica, política y psicológicamente a amplios sectores tras una participación inicial en las luchas y bajo las presiones de sus dirigentes y de la oligarquía, se desanimaron, se desmovilizaron y fueron incapaces de responder contundentemente a la ofensiva neoliberal.

El mito del progreso se encadena a la religiosidad popular reemplazando la idea de dios e imponiendo el sometimiento; las mayorías terminaron siendo víctimas de aquél y olvidando que somos producto de la colonialidad del poder-saber-hacer.

El programa-máximo, la socialización de la propiedad privada, la extinción de Estado, etc., no puede garanzarse por su logro pacífico. Mientras que lo más probable, casi lo ineluctable, es que la oligarqía resista hasta el final de sus días recurriendo como siempre a todas las violencias imaginables e inimaginables. Por tanto, hay que estar preparados psicológica y materialmente para lo más duro, aunque se explore la vía negociada, reformista y pacífica hasta agotarla. Cuanto más eficaz y potente sea la preparación para lo más duro, más posibilidades habrá de acortar al mínimo las situaciones de dolor y sufrimiento inevitables a cualquier conflicto violento, por desgracia.

El Saldo

Esta lección cobra mayor trascendencia en la actualidad cuando a la burguesía le urge llevar su dominación a lo más recóndito de lo humano y seguirán luchando en favor del Estado colonial. Los proyectos recolonizadores del IIRSA, de los biocombustibles, de la conquista de la biodiversidad y los hidrocarburos en la mira, siguen avanzando con los herederos del Viejo y sanguinario colonialismo a la cabeza: los terratenientes y comisionistas de trasnacionales de Santa Cruz, Beni y Pando con apoyo empresarial brasilero y argentino y se repetiran masacres como la de Pando. Empresarios españoles, chilenos y peruanos continuarán con su expansión financiera, comercial y productiva.

Los pueblos han de conocer las dinámicas, fluctuaciones y desenlaces posibles de las luchas que iniciarán por la descolonización y contra el Nuevo colonialismo, que siempre compromete al Estado en su conjunto, en defensa de los derechos cada día más perseguidos y utilizados. Tendrán que saber cómo prepararse con antelación, mentalizarse colectiva e individualmente para resistir lo peor, aprender de otras luchas para evitar repetir sus errores, y han de estudiar la mejor o menos mala y dolorosa de las soluciones posibles. No pueden iniciar resistencias desde la ignorancia histórica y menos desde el desconocimiento de las redes de poder actuales, peor aún si lo hacen con la ideología pactista gubernamental que les encadenan mental y materialmente al capitalismo. Entre otros muchos desastres que amenazan los Andes también está el del aniquilamiento de las culturas, lenguas e identidades de los pueblos que se resisten a ser desintegrados como tales y luego transformados como antes en simple mercancía a disposición del capitalismo. Deberán acumular sus experiencias para combatir una cultura burguesa alienante e irracional, que refuerza fundamentalismos tecnológicos y del progreso que a su vez se basan en el fundamentalismo cristiano y sus dogmas más oscurantistas y machistas. Y también, a la casta intelectual y mediática que permanece ciega, muda y sorda ante esta debacle o la apoya sutilmente o con descaro; mientras la guerra, el hambre, la enfermedad y la catástrofe ecológica se expanden sin descanso. La (re)construcción democrática de las culturas populares y su inserción práctica en la lucha revolucionaria aparece como una de las prioridades urgentes incluso dentro del capitalismo imperialista del “norte”.

En realidad ambas fuerzas han ganado. Expliquémonos, para que no nos malinterpreten. La derecha ha sido obligada a retroceder por la presión de UNASUR que le ha atado las manos y comienza a desistir de otra asonada secesionista, pero al aceptar a regañadientes cogobernar, recibir el IDH y postergar la reforma agraria neoliberal3 han ganado. Al margen de que sus preferencias hayan sido otras. El Gobierno puede lograr su objetivo de cogobernar con la derecha y lograr acuerdos que ya los tenía previstos. En lugar de resolver por iniciativa propia el problema regional-departamental de las autonomías prefirió reformar la constitución. El Gobierno está dispuesto desde hace mucho a ceder respecto al IDH y el cobro de impuestos, permitir que tengan su propia policia. La derecha no cede en nada, sus exigencias son las mismas. La reforma agraria seguramente se hará de acuerdo a la propuesta neoliberal del Banco Mundial y la reforma más importante hasta ahora realizada, la de los hidrocarburos, seguirá atada a los intereses de mercado de las tranacionales que manejan los contratos de riesgo compartido e impiden mayores inversiones y la transformación industrial.4 Y en el marco del Estado de Derecho, que es el marco de la injusticia y la impunidad, otra vez todos los crímenes seguirán en la impunidad.

Las ferreas estructuras de poder territorial tienen un patrón similar en el Oriente boliviano, como antes de seguro fue en Occidente. Controlan desde la prefectura y con los recursos públicos todo el poder y sus instituciones y mecanismos desde los financieros, represivos, Comités Cívicos, organizaciones sociales, barrios, poder electoral, legislativo, judicial, medios de comunicación, etc. y así pudieron ganar elecciones y ser refrendados. Hoy la contra se reduce a tres ciudades pequeñas: Sucre, Trinidad y Tarija, cercadas por los campesinos y trabajadores indígenas de las provincias y del campo y Santa Cruz donde radica su fuerza por varias razones: una gran ciudad que sigue a su Prefecto y Comité Cívico, un racismo exacerbado, sede de las grandes empresas trasnacionales y nacionales, la economía más fuerte del país, fuerte apoyo de los sectores medios, trabajo corporativo y clientelar con trabajadores y campesinos, manejo de la Universidad y la juventud, control de casi la totalidad de medios escritos, radio y TV, concentración de políticos e intelectuales, compromises ideológicos y étnicos con parte de la alta oficialidad militar, etc. Si desde el comienzo se hubiese priorizado el conocimiento del país y de las regiones quizas el comportamiento gubernal hubiese sido distinto; se actuó a ciegas y no faltaron sociólogos que mientras leían a Negri eran admiradores del modelo cruceño.

Lo más importante para los movimientos sociales es que la humillación constante llegó a su límite y ya no confían incondicionalmente en el Estado. La ofensiva racista de la derecha ha logrado unir a los indígenas y si antes muchos no se reconocían como tales la derecha camba y blanco-mestiza les recuerda a cada momento quiénes son ellos y cómo son clasificados desde el poder regional. En términos políticos ha logrado reunificar a los movimientos sociales y potenciar su organizacuión regional y nacional. La formación de grupos de autodefensa y milicias populares es otro gran avance. En el futuro veremos si seguirá imponiendose la política de pureza oriental, si los pueblos seguirán amenazados, si seguirán operando las bandas paramilitares o si serán desarmados y apresados. También sabremos si las FFAA serán depuradas de Generales como Trigo, Macay, Bracamonte y otros golpistas. Si los planes golpistas continuarán y el Gobierno seguirá con su comportamiento de impotencia y ausencia de autoridad como hasta hoy. Otro logro importante es el comportamiento de UNASUR .

La lucha continua y el Prefecto de Pando tiene a su favor gran parte del campo jurídico: colegios de abogados, Cortes departamentales y la Suprema, profesores universitarios. El Senado, los prefectos, los Comites Cívicos, los medios buscan la impunidad y abiertamente lo proclaman.

La alternativa para algunos dirigentes parece estar en prepararse militarmente para nuevos problemas, pues los terratenientes del oriente siguen agrediendo a los campesinos collas y los persiguen para liquidarlos.

Atender las necesidades urbanas. Definir alternativas a la autonomía departamental. Fin del neoliberalismo. Ocupación inmediata de los grandses latifundios. Enjuiciamiento a los golpistas del 11 de septiembre. Erradicar a los tránsfugas, corruptos y opotunistas socialdemócratas del gobierno que sólo buscan el cogobierno y la revolución democrática. La negociación con un subversivo no debe evitar sus responsabilidades golpistas: Cossio, Marinkovic, Costas, Suárez y Cuellar deben de ser juzgados y apresados. En su lugar siguen negociando a su favor.

Podrán los pueblos y movimientos sociales tomar el destino en sus manos, descolonizar y construir el socialismo por sí mismos?


  1. El caso Marino Diodato, narco y mercenario del siniestro Klaus barbie, que trajo García Mesa en los 80 terminó fugado y desaparecido, después de ser acusado del asesinato de la fiscal Mónica Von Borries cuando ésta investigaba a Andrés Pietricevic y Branco Marinkovic por apropiación ilícita de enormes territorios, está lleno de velos. Se difundió que la mafia habría asesinado a la Fiscal por apoderarse de drogas incautadas y que Diodato era inocente, tan sensible el hombre que se suicidó ante la soledad. Wilson García (“Diodato, historia de un exterminador en Bolivia,” www.rebelion.org , 29-09-2008) y otros creen que está vivo y es el jefe paramilitar de la Unión Juvenil Cruceñista creada por él: De ser cierto sería una evidencia más de cómo la realidad no sólo es desconocida sino que sobrepasa cualquier análisis academicista o politicista.
  2. Edgar Morin, Ciber entrevista Le Monde, enero 2008.
  3. El CEDLA denuncia la propuesta neoliberal del Banco Mundial de reforma agraria orientada por el mercado y que ya ha sido aceptada por la dirección del MAS. Los terratenientes la tienen como una de sus opciones y ya se ha echado a andar en Bolivia, en Santa Cruz. Este Banco propone la defensa de la empresa privada, su seguridad jurídica, colocándola como el actor principal de la productividad y del crecimiento agrícola, mientras que los campesinos podrían comprar tierras de un Banco creado y de este modo subordinarse a las cadenas productivas agroexportadoras controladas por las trasnacionales.
  4. La renegociación de contratos, como sabemos, fue una necesidad estatal pues si no lo hacían la propia viabilidad estatal estaba en riesgo. La recuperación de Transredes y CLHB, la compra de acciones a Andinas y Chaco, las negociaciones con ENARSA y PDVSA muestran una intención de retomar la iniciativa y corregir el rumbo del estancamiento de este sector determinado por las trasnacionales, que continuan en espera de un mejor futuro cuando la Media Luna sea independiente.


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