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Desarme, No Violencia y Marcha Mundial

La prioridad por lo tanto es crear conciencia

Pau Segado

estherbass.blogspot.com

Propuestas del Nuevo Humanismo en España

Hoy vivimos una situación difícil en todo el planeta caracterizada por la pobreza creciente de grandes regiones, el enfrentamiento entre culturas, la violencia y la discriminación que contaminan la vida cotidiana de amplios sectores de la población, los numerosos puntos en conflicto armado, la crisis del sistema financiero internacional, no prevista por analistas y formadores de opinión, a lo que tenemos que añadir la nueva y creciente amenaza nuclear.
No es una suma de crisis particulares, estamos ante un fracaso global de un sistema violento e inhumano, cuya metodología de acción es la violencia y cuyo valor central es el dinero.

El riesgo inminente de desastre nuclear

A diferencia de lo que sucedía en la década de los '80, en que hubo una gran movilización social ante el peligro nuclear, y que se resolvió gracias a que la URSS comenzó el desarme de forma unilateral, hoy las poblaciones no tienen conciencia de este peligro real, a pesar de que la amenaza es mucho mayor.
En marzo de 2002, el antiguo presidente de EE.UU., Bush, desvinculó a este país del Tratado ABM, (tratado de limitación de los sistemas antimisiles) que mantenía en precario equilibrio la situación general, produciendo un brusco cambio hacia una estrategia agresiva y unilateral por parte de Estados Unidos.
Tomando como pretexto el terrorismo, comenzó la producción de nuevas armas nucleares más pequeñas, utilizables en el campo de batalla y comenzó negociaciones bilaterales con algunos países europeos (República Checa y Polonia) para instalar un Escudo Espacial.

Este escudo, presentado como una instalación de defensa frente a hipotéticos ataques de Irán o Corea del Norte, es en realidad una herramienta de dominio y ataque que ya ha provocado una carrera armamentista con China y Rusia.
En definitiva, la nueva doctrina estratégica norteamericana ha desequilibrado muy peligrosamente la situación. Las armas nucleares han pasado de ser el último elemento de disuasión, a convertirse en armas de ataque para guerras nucleares que algunos creen poder ganar. Conceptos venenosos tales como “guerra preventiva” o la posibilidad de lanzar un ataque nuclear, si las circunstancias lo aconsejan, sobre países que no tienen armamento nuclear ya han sido expresados o asumidos por algunas potencias nucleares.

Es cierto que las señales del nuevo gobierno de Obama en EE.UU. son alentadoras y podrían acercarnos a una distensión, pero debemos reconocer que la complejidad y el peligro de la situación son muy altos. En efecto, la transformación y la inestabilidad del panorama político internacional de estos últimos años ha llevado a una situación de descontrol de las armas nucleares, que se encuentran hoy no sólo en las manos irresponsables de las potencias nucleares sino también al alcance de grupos violentos y hasta de individuos, sin contar con el cada vez más evidente peligro de accidentes. El actual colapso financiero internacional, potenciará aún más la violencia y el desorden, poniendo a la humanidad al borde de la catástrofe nuclear, que, de concretarse, supondrá el mayor desastre de la historia humana.

Paz creciente o destrucción creciente

Estamos ante una encrucijada: o construimos decididamente la Paz y la No Violencia o retrocederemos a milenios anteriores.
Esta vez la humanidad no puede permitirse un nuevo “desenlace natural violento”, como consecuencia de la interacción de las desordenadas fuerzas del poder económico y político a su servicio, y de la violencia de los ejércitos imperiales, o del terrorismo. La proliferación nuclear combinada con el desorden y la violencia crecientes, debiera hacernos recordar aquella frase proverbial: “No sé con qué armas se luchará en la tercera guerra mundial, pero sí sé con cuales lo harán en la cuarta guerra mundial: con palos y con piedras”

Para evitar la catástrofe atómica futura debemos superar la violencia hoy:

• Retirar las tropas invasoras
• Devolver los territorios ocupados
• Desmantelar los arsenales

Es necesario, además, detener la lógica armamentista y comenzar la reducción progresiva y proporcional del armamento convencional, coordinada por las Naciones Unidas, e implementar mecanismos efectivos de resolución pacífica de conflictos estableciendo un orden internacional más justo y cooperativo.
Reclamamos nuestro derecho a vivir en paz y libertad, y no se vive en libertad cuando se vive amenazado. Es necesario, de una vez por todas, ponerse de pie y salir de la prehistoria humana.

Crear conciencia: la prioridad del momento actual

La población no tiene conciencia de la urgencia del desarme nuclear. La prioridad por lo tanto es crear conciencia. Existe la opinión de que frente a una situación de emergencia, crear conciencia es algo “intangible” o ineficaz. Sin embargo, la conciencia colectiva es capaz de sostener o derribar gobiernos, de mantener sistemas económicos, de justificar o reprobar la violencia. En definitiva, es la conciencia colectiva la que mantiene el sistema. Es una gran fuerza capaz de producir transformaciones sociales inimaginables.

Todos hemos vivido el surgimiento de una conciencia ecológica y hemos visto el destello de una conciencia que rechaza la violencia en las manifestaciones contra la guerra de Irak, por ejemplo. Sin duda, los medios de comunicación masiva han cumplido y pueden cumplir un papel fundamental en la toma de conciencia.
Es preciso crear una nueva mentalidad antinuclear, a favor de la paz y de la no-violencia de alcance planetario. Esta nueva sensibilidad podrá instalarse y conmover las estructuras sociales.

Esta nueva conciencia planetaria va más allá de la denuncia del armamentismo para rechazar cualquiera de las formas de violencia económica, racial, psicológica, religiosa, sexual, etc. como distintas formas de discriminación que se dan cuando se trata a otros como inferiores, negándoles su propias intenciones y libertades.
Parar la violencia nuclear es la urgencia, pero necesitaremos también resolver de modo no violento los problemas de injusticia, de pobreza, de salud, de educación, de medio ambiente, y tantos otros en nuestro camino hacia una Nación Humana Universal.

La Marcha Mundial por la Paz y la No Violencia

Es una acción ejemplar impulsada por Mundo sin Guerras, organización internacional que se inspira en el Nuevo Humanismo Universalista.
La MM se realizará en 100 países durante tres meses. Comenzará el 2 de octubre en Wellington, Nueva Zelanda, y culminará el 2 de enero de 2010 al pie del monte Aconcagua, Punta de Vacas, Argentina. En cientos de ciudades se realizarán marchas, festivales, foros, conferencias y eventos para crear conciencia de la urgencia del desarme nuclear, el retiro de tropas de invasoras y la reducción de arsenales convencionales.

Objetivos

- Que se escuche lo silenciado: que las políticas armamentistas y violentas llevan al desastre nuclear.
- Dar expresión y visibilidad conjunta a quienes aspiran a la paz y la no-violencia.
- Favorecer la convergencia de la gente consciente de todas las culturas a través de acciones conjuntas para impactar en el medio social y en los mismos participantes, potenciando su protagonismo por la paz y la no-violencia.
- Cuestionar la creencia de que con más violencia se puede acabar con la violencia, generando acciones no violentas ejemplares, que inspiren y alienten acciones en cadena.
Con el 10 de lo que se gasta en armamento, podemos acabar con el hambre en el mundo: ¡Acabemos con el hambre y renovemos el mundo con el 90 restante!

Con esta Marcha Mundial el Nuevo Humanismo quiere llegar a la profundidad de las conciencias de cada hombre y mujer que viven en este planeta, para mostrar la posibilidad real de una dirección constructiva no-violenta, opuesta a la de los actuales acontecimientos. Quiere que los pueblos se manifiesten con toda la fuerza de sus aspiraciones más sagradas, para que se desate un nuevo fenómeno humano no-violento capaz de superar la oscuridad.

Propuestas del Nuevo Humanismo en España en el contexto de la Marcha Mundial

“En el orden internacional, todos los que están invadiendo territorios deberían retirarse de inmediato y acatar las resoluciones y recomendaciones de las Naciones Unidas.
En el orden interno de las naciones se debería trabajar por hacer funcionar la ley y la justicia por imperfectas que sean, antes que endurecer leyes y disposiciones represivas que caerán en las mismas manos de los que entorpecen la ley y la justicia.
En el orden doméstico la gente debería cumplir lo que predica saliendo de su retórica hipócrita que envenena a las nuevas generaciones.
En el orden personal cada uno debería esforzarse por lograr que coincidiera lo que se piensa con lo que se siente y lo que se hace, modelando una vida coherente y escapando a la contradicción que genera violencia”.

En política de defensa, España está dentro de la Unión Europea y de la OTAN, por eso los humanistas españoles pedimos:

- Desnuclearización de Europa y del Mediterráneo.
- Desarme progresivo y proporcional de los países de la región y del Mediterráneo, supervisado por las Naciones Unidas.
- El gobierno español debe tomar posición contra la política del rearme nuclear y no debe apoyar ninguna guerra.
- La retirada inmediata de las tropas españolas que combaten en Afganistán, país invadido por EE.UU. en 2001.
- El cumplimiento de la legislación vigente que prohíbe tanto vender armas, directa o indirectamente, a países en conflicto o con violación de los derechos humanos, así como la fabricación y almacenamiento de “armas prohibidas”, ya sean estas completas o sus componentes.
- Incluir en la Constitución el compromiso de no utilizar la guerra para la resolución de conflictos entre países.
- Promoción decidida de la Cultura de la Paz y de la Educación por la No Violencia.
- La denuncia y la acción contra toda forma de discriminación de personas o colectivos en razón de su procedencia, cultura o religión y construcción de una Europa abierta y multicultural como anticipo de la futura Nación Humana Universal.
- Pedimos a los científicos ocupados en la construcción de armas que comprendan la grave responsabilidad que tienen, y que pongan su inteligencia y conocimientos a favor de la Paz y no de la guerra.
- Pedimos a los periodistas que sean la voz de la nueva sensibilidad que quiere un futuro de Paz y No Violencia para todos.
- Pedimos a los ejércitos que estén al servicio de los pueblos y no de los que quieren la destrucción de la tierra.

*Pau Segado, portavoz del Nuevo Humanismo en España

Fecha Original:02/03/2009


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