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Agosto 2017

El nacimiento libertario de Bolívar y la Carta de Jamaica


Fernando Garzón Orellana

El natalicio del Libertador Simón Bolívar es el 24 de julio de 1783, mas su ideario libertario nace magistralmente en el contenido de la histórica carta escrita en Jamaica - fechada el 6 de septiembre de 1815 – dirigida al inglés Henry Cullen. El contexto histórico en que se dio este suceso tiene igual un alto simbolismo para la historia de la independencia y la conformación de repúblicas y no de monarquías encubiertas en las naciones de nuestra América Latina y el Caribe.

Razas, traición y victorias acompañaron el peregrinaje militar y libertario de Bolívar; que cabalgó entre el llano de Venezuela y la Bolivia andina, dos veces lo que recorrió Alejandro Magno entre su Macedonia y la misteriosa India. Realmente, el punto extremo norte del peregrinaje de Bolívar fue el Protectorado británico de Jamaica, que en lengua de los nativos exterminados se llamó Xaymaca – “Oro Bendecido” por sus minas de bauxita que no era oro como lo creyó el ambicioso español Cristóbal Colón.

En mayo de 1815, el bergantín inglés La Descubierta lleva a bordo a un Bolívar en crisis hacia un autoexilio en Jamaica, como consecuencia de dos grandes derrotas de los patriotas ante las fuerzas realistas españolas y agravadas por graves contradicciones internas de las fuerzas independentistas. El destino era Kingston capital de Jamaicai, que era hogar de piratas y depósito de negros desarraigados de su África ancestral para ser vendidos como mano de obra esclava para la nueva América en los albores de la acumulación originaria del capital en Europa y Estados Unidos de Norteamérica.

Para Bolívar, la isla de Jamaica sería un lugar de erizos y rosas, viviendo casi como anacoreta en un mísero cuarto de pensión. El historiador ecuatoriano Alfonso Rumazo González describiría sus avatares mientras predecía el futuro de unidad de América desde su visión mestiza y republicana de las naciones: “...y trata de vivir con la venta de unas pocas piezas de plata que ha llevado consigo. Intentarán asesinarlo, emisarios de Murillo, mediante puñal de su sirviente negro, Pío...”ii. Fraguado por el general español Pablo Murillo desde la Caracas realista, hubo un intento de magnicidio en la casa de Rafael Poisa, en la esquina de la calle de La Princesa (Kingston), mientras Bolívar supuestamente dormía en su hamaca. Pio, el esclavo negro no había conocido que Bolívar se había cambiado a otra casa: “Por fortuna halló dos piezas: una sala pequeña y un dormitorio, en la casa de una francesa criolla llamada Mme. Julienne...”iii.

A pesar de ello Bolívar convirtió su permanencia en Jamaica, enclave de las relaciones internacionales y financieras, en el centro de las gestiones por la libertad. La Carta de Jamaica, tenía la intención de un probable enlace con los financistas ingleses de las guerras en el fin del mundo para los ojos de los imperios monárquicos colonialistas de Europa, en la época de temprano capitalismo mundial. El destinatario fue “el comerciante inglés Henry Cullen que vivía en la isla caribeña y que se había mostrado interesado por el proyecto de emancipación de Sudamérica” iv Y fue en respuesta a una carta del comerciante ingles, donde en palabras de Bolívar habían “filantrópicas miras”v, en que se dibuja magistralmente la historia futura de América, el origen clasista de las guerras de la independencia, la abolición de la esclavitud y el tipo de Estado republicano para las nuevas naciones. Tardarían en llegar los “filantrópicos” préstamos usureros de los nuevos capitalistas emergentes de las tierras de los blancos de la monarquía inglesa, disputándose el poder del mundo de inicios del siglo XIX, con la decadente monarquía española.

En las repúblicas de nuestra América Latina, como fantasma recorrió en los siglos XIX y XX, la infame obligación de pagar la llamada “Deuda Inglesa”; necesaria pero vergonzosa por las condiciones impuestas por los banqueros ingleses y asumidas por los libertadores ante los imponderables desafíos de financiar las guerras de independencia contra un enemigo común, la monarquía española de Fernando II y su sucesor el francés Luis Bonaparte, hermano del Emperador Napoleón Bonaparte.

La otra solidaridad, la de los pueblos, la verdadera y originaria estaba a la vuelta inmediata de la geografía y la vida del proyecto emancipador bolivariano. Antes que la Carta de Jamaica circulara hacia la historia de la mano de Henry Cullen, llegaba a Kingston el rico navegante curazoleño Pedro Luís Brión, Capitán de navío y en negocios de corsario y armador de barcos. Haciendo justicia a Brión transcribo el reconocimiento de Bolívar que le escribe el 16 de julio de 1815 desde Kingston: “Mi querido y digno amigo no sé lo que debo admirar más de Vd., si su generosidad, su patriotismo o su bondad... Es preciso, amigo Brión, que a Vd., se le tribute el honor de ser el primer protector de la América y el más liberal de los hombres”vi. He ahí un mandato del Libertador esperando su cumplimiento, en la telaraña burocrática de la ignorancia histórica.

La expedición independentista de Bolívar a la Cartagena española en el continente colonizado, partió el 20 de marzo de 1816 cuando el sol marcaba las diez de la mañana en los Cayos de San Luís en Haití. Luís Brión “Ofreció dar y dio, en efecto, 3.500 fusiles, 132.000 piedras de chispa, sus buques habilitados y otros artículos, todo lo cual valía como cien mil pesosvii. El mismo Brión- que sería el primer almirante de la Venezuela independizada - comandó junto a Bolívar una balandra - buque de vela con 20 cañones en batería muy utilizada en esos tiempos por los piratas del Caribe - y seis goletas, “donde se embarcaron 150 oficiales, personas para ejercer los futuros cargos civiles y marinos diestros; en total 250 patriotas de diversas nacionalidades”.viii Bolívar precisará que fueron 300 patriotas.

La historia de nuestra América no deja de ser un extraño laberinto de coincidencias, porque de la mar parece que nacen hazañas de libertadores: Bolívar con las Goletas con 300 patriotas, el General Eloy Alfaro con el buque Alhajuela con 72 liberales, Fidel Castro con el yate Granma con sus 82 expedicionarios revolucionarios.

El tintero de Bolívar no se había secado aun, después de escribirle al comerciante ingles Cullen, cuando escribió a Alejandro Petión Presidente de Haití. Esta nación, cuyo territorio es la tercera parte de la Isla La Española denominada así por el propio Cristóbal Colón, fue la primera en conquistar la independencia en América Latina y el Caribe, el 1 de enero de 1804, librándose del yugo francés y por primera vez en la historia universal, eliminando el sistema esclavista instaurado por el imperio europeo.

En respuesta a Bolívar, el mulato descendiente africano Alejandro Petiòn, el 26 de enero de 1816 dispone al General Marión comandante del puerto de Cayos de San Luis en Haití, todo el apoyo a los cartaginenses de Bolívar en siete goletas y abastecimiento de alimentos y vituallas; además “fusiles, pólvora, plomo, y hasta marineros para la escuadra”ix. Bolívar antes del encuentro con San Martín en Guayaquil, afirmó: “Perdida Venezuela y la Nueva Granada, la isla de Haití me recibió con hospitalidad: el magnánimo presidente Alexander Petión me prestó su protección y bajo su auspicio formé una expedición de 300 hombres comparables en valor, patriotismo y virtud a los compañeros de Leónidas. ¡Gracias al pueblo de Haití mis compatriotas serán nuevamente libres!”.x Cuenta la historia que la única condición que exigió Petión, fue que al llegar a Venezuela su primera orden sea la Declaración de los Derechos del Hombre y la libertad de los esclavos; y el grito que en nuestro siglo se escucha: “¡¡¡ Aleeerta, Aleeerta, Alerta que camina, la espada de Bolívar en América Latina!!!”; tiene un protagonista, la “Espada Libertadora de Haití” entregada ceremonialmente por Petiòn para las 300 batallas con las que Bolívar y los ejércitos patriotas liberaría cinco naciones xi.

La historia nos convoca entonces a conocer más de Haití, nación emblemática y primera aliada de Bolívar, porque parece que los absurdos de la injusticia humana se hubiesen empozado en esta pequeña porción del planeta: Hoy Haití está en crisis y con un Estado fallido, por terremotos e intervención militar norteamericana. Fue tan evidente el negocio de esclavos en la colonia, que el 95% de la población actual de Haití, son descendientes de la África originariaxii. De igual manera, este continente aún sufre los estertores vergonzosos del colonialismo imperialista europeo de siglos pasados, por la confrontación en pleno siglo XXI, del Frente Polisario (acrónimo de Frente Popular de Liberación de Saguia el Hamra y Río de Oro) luchando por la definitiva independencia y el reconocimiento a su República Árabe Saharaui Democrática.

Al celebrarse el 234 aniversario del nacimiento de Simón Bolívar y constatar que el nacimiento doctrinario de la independencia de las naciones americanas está en la próxima celebración de 2002 aniversario de la Carta de Jamaica y de la expedición de Bolívar desde Haití; comprometen a las generaciones presentes a realizar un reconocimiento histórico a Luis Brión y Alejandro Petión; para ellos toda lo gloria y a los descendientes del pueblo libertario de Haití y del África, el agradecimiento y saludo solidario de América.

24 julio 2017, Guayaquil. Ecuador

Notas

i Campos Jorge. “Bolívar”. Página 99. Salvat Editores SA, Barcelona, 1984

ii Rumazo González Alfonso. “José de San Martín (Biografía)”.Página 54 Ediciones de la Presidencia de la República. Caracas, Venezuela. 2009

iii Larrazábal Felipe. “Simón Bolívar, vida y escritos del Libertador” Tomo II. Pagina 15. Ediciones de la Presidencia de la Republica. Caracas/Venezuela/2008.

iv Cabrera Kizisek José. “La mirada adelantada del Libertador de América”. Suplemento Cartón de Piedra N.- 202 Pagina 20. Domingo 6 de septiembre 2015. Diario El Telégrafo, Ecuador.

v Larrazábal Felipe. “Simón Bolívar, vida y escritos del Libertador” Tomo I. Página 340. Ediciones de la Presidencia de la República. Caracas/Venezuela/2008.

vi Pereira Gustavo. “Simón Bolívar, Escritor anticolonialistas”. Página 93. Ediciones de la Presidencia. Caracas, Venezuela. Enero 2012.

vii Larrazábal Felipe. “Simón Bolívar, vida y escritos del Libertador” Tomo II. Página 14. Ediciones de la Presidencia de la República. Caracas/Venezuela/2008.

viii Larrazábal Felipe. “Simón Bolívar, vida y escritos del Libertador” Tomo II. Página 23. Ediciones de la Presidencia de la República. Caracas/Venezuela/2008.

ix Larrazábal Felipe. “Simón Bolívar, vida y escritos del Libertador” Tomo II. Página 19. Ediciones de la Presidencia de la República. Caracas/Venezuela/2008.

xii Ver https://es.wikipedia.org/wiki/Hait%C3%AD#cite_note-9. Seleccionado el 20 julio 2017.

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Fernando Garzón. Arquitecto. Ecuador. Consultor Senior en Política y de Desarrollo Regional-Urbano. Estudios en Planificación Estratégica, Gerencia Política y social. Investigador-Docente universitario. Ha asumido consultorías y funciones superiores en Ecuador, Gerencia Técnica del FISE, Coordinador Plan Regional Sustentable de Galápagos, Coordinador del Programa de Protección Social, Ministerio Coordinador de la Política, Ministerio del Interior, Defensoría del Pueblo y Cancillería del Ecuador en el Equipo de Alto Nivel de Investigación e Historia. Articulista de diario El Telégrafo de Ecuador y de ALAI.

fgarzon@gye.satnet.net


http://www.alainet.org/es/articulo/187021







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